Nuestro trekking por los Annapurnas no fue moco de pavo 🦃

Viajar a Nepal y no hacer un trekking, debe de ser algo así como ir a Paris y no visitar  la Torre Eiffel o viajar a Nueva York y no ver la estatua de la libertad… Nuestro variado programa  de viaje a Nepal, incluía el clásico circuito de trekking  por el parque de los Annapurnas con un último  objetivo ;  ascender a Poon Hill para ver los Annapurnas al amanecer.  Nos habían dicho que para hacer este trekking no era necesario estar en buena forma física… No hagáis nunca caso de lo que os digan,   siempre hay que ir a comprobarlo! 😕

Dejamos nuestras pertenencias, que cada vez eran más, en el hotel de Pokhara y metimos lo imprescindible para sobrevivir unos días de trekking, en nuestras mochilas.

A la hora acordada vino a buscarnos Harka, el que sería nuestro guía en la montaña. Harka es un hombre menudo y  de edad «impredicible»; con el pelo negro y aspecto indio. Harka se viste para ir a la montaña como si fuera a la oficina;  pantalones de traje, camisa de vestir, zapatos de ante estilo pisamierdas y una mochilita negra. Habla un inglés muy particular y   tiene hasta vocabulario de cosecha propia;  por ejemplo cuando dice : «slowly slowly» creo que  quiere decir que continuemos andando… porque nos lo decía justo cuando nos parábamos y nos hacía un gesto con la mano…

Harka nos mira, sonríe,  a veces se rasca la cabeza y parece entenderlo todo, porque  incluso se adelanta a nuestros deseos. Otras veces quiere explicarte algo y se pone a hablar sin parar y sólo consigue que te quedes in albis… Además a Harka le gusta cantar;  especialmente baladas románticas que al parecer le dedicaba a Melisa 😆 Y lo mejor de todo es que  Harka  reza para que no nos pase nada,  para que salga el sol o para que no llueva… y sus dioses siempre le hacen caso. Así que se podría decir que fue nuestro ángel de la guarda 👼

Yo no estaba muy convencida con el paquete que habíamos contratado para hacer el trekking. Antón y Miguel , los chicos de 3000km, nos habían aconsejado llevar un guía porque éramos diez personas y aunque la ruta no fuera complicada, cualquiera de nosotros podría sufrir un accidente o podría surgirnos  cualquier imprevisto y siempre estaríamos más seguros con alguien que conociera bien el medio y que supiera como actuar rápidamente…

Siempre pensé  en  alguien agradable y que nos enseñara cosas ( Quería aprender algo de vocabulario, los nombres de las montañas, que nos hablaran de las diferentes etnias que conviven en la zona, de la comida…etc) .  Había tratado de buscar un guía  desde España  y había hablado con unos cuantos… sólo dos de ellos hablaban español y eran los más caros, los demás  hablaban inglés y también estaban muy recomendados; parecían buenos profesionales, pero no llegamos a ningún acuerdo. Si por ellos fuera seguiríamos regateando  a día de hoy, uno todavía me felicitó el año nuevo por whatssap! 😅   Cuando  finalmente fuimos  a contratarlo en una agencia cercana a nuestro  hotel , nos ofrecieron un paquete con todo incluído, me pareció caro y regateamos un poco el precio. A Ángel  le preocupaba especialmente el tema del mal de altura…  Y los dos agentes le dieron un montón de vueltas  al tema y finalmente nos sugirieron que para evitar problemas,  lo mejor era empezar el trekking por el otro lado de la montaña para aclimatarnos. Yo hasta había entendido que así evitaríamos las escaleras del inicio del trekking, pero tampoco fue así… no las subimos, pero  tuvimos que bajarlas… no sé  que sería mejor!

 

El asunto es que entre una cosa y otra,  nos volvieron a subir el precio, con el cuento de que nos dejaban  y nos recogían más lejos, supieron aprovechar bien  la jugada. Yo ya no iba a regatear más porque se hacía con el fín de solventar el problema del mal de altura y cuando se trata de salud y seguridad no racaneo ni  un euro… Antes de cerrar el trato les pregunté si habría agua caliente y wifi en los alojamientos, eran los únicos «lujos» que consideraba importantes;  la wifi por el hecho de estar comunicados al menos por la noche desde el  alojamiento y el agua caliente por razones obvias; las temperaturas bajan mucho por la noche  y cuando llegas  de caminar todo el día,  agradeces una ducha… Nos dijeron que SÍ a todo, es una bonita costumbre nepalí ;  responden a todo que sí y luego resulta que entre el sí y el no apenas hay distancia! 😅

1ª Etapa de trekking Nayapul­-Ghandruk

Nos levantamos temprano, desayunamos en el hotel y dejamos las mochilas grandes para que nos las guardaran hasta nuestra vuelta del trekking. Viajamos todos con mochilas de 30 ó 33L y sin porteadores,  excepto  Ángel que prefiría caminar sin  peso para ir cómodamente haciendo fotos y  contrató a Harka( nuestro guía)  para que le llevara la suya.

 

Vinieron a buscarnos en dos jeeps y nos llevaron al punto de partida;  Nayapul, un pueblo con casitas de colores y niños jugando en la calle, donde tuvimos que sellar los permisos, e iniciamos el ascenso hacia Ghandruk.

Durante  todo el día caminamos por el medio de paisajes increíblemente verdes; prados y campos de  arroz cultivados en las faldas de las montañas. Atravesamos  puentes colgantes, pasamos por cataratas donde unos practicaban deportes de aventura mientras otros  se bañaban en la orilla, nos encontramos y tuvimos que apartar de unas cuantas  recuas de burros que llevaban provisiones para los pueblos cercanos, también nos cruzamos con senderistas, algunos grupos llevaban un sólo porteador para todos, cargado como si fuera una mula (cosas como esta, hacen que me avergüence de la raza humana)  y de vez en cuando, aparecía alguna pequeña población donde los niños  nos saludaban con una sonrisa al pasar;  unos  estaban jugando, otros haciendo los deberes o cuidando de sus hermanos pequeños mientras sus madres lavaban los cacharros en cuclillas, en un tanque con grifo fuera de la vivienda… la vida en la montaña discurre  tranquila.

 

En todos los pueblos había alguna tienda o algún lugar donde comer y a medida que ascendíamos,  el precio del agua se iba incrementando, hasta llegar a las zonas más altas donde ya no hay agua embotellada y el agua que venden  está potabilizada con pastillas.

 

Fue un duro día de trekking,   en el que sólo hicimos una parada para comer y no llegamos hasta bien entrada la noche  a nuestro alojamiento, que no tenía ni agua caliente, ni wifi y además parecía bastante sucio…la noche siempre hace que todo parezca peor.  Aprovechando que tenía tarjeta de teléfono para reservar habitaciones o por si surgía algún imprevisto,  le envié un whasup a la agencia para decirles que no se habían cumplido las condiciones acordadas; me sentía en parte responsable de haber caído en  aquel  engaño, éramos 10 personas y una de las chicas no se encontraba bien… (Y además lo hice porque  yo soy así; de las que reclaman cuando algo va mal y también de las que corren nada más llegar de un viaje  a ponerle 5 estrellitas en TripAdvisor  a los hoteles que me han ofrecido un buen servicio y pienso que con eso, estoy aportando mi granito de arena para que todo funcione mejor)

Lo comenté en la mesa después de cenar unos noodles y dos personas del grupo tuvieron una reacción inesperada, al menos para mí.  Decían que no tenía que haber reclamado, porque el espíritu de 3000 kilómetros era vivir este tipo de situaciones . No le dí mucha importancia porque creo que la conversación se fue luego por otros derroteros y ya no sabía muy bien de que se estaba hablando… pero me sorprendió la reacción, sobre todo por la manera un poco exaltada de sacar el tema de sus casillas y  porque una cosa es viajar de forma espartana porque tú lo eliges y otra muy distinta es dejar que te timen  y no hacer ni una triste reclamación.

 

Luego hablé con el guía y como era de esperar; él era otra víctima;  le dijeron que habíamos pagado el precio más económico y  sólo  le daban 15 dólares por día . Además  por un precio mínimo tenía que buscarnos alojamiento y comida…El alojamiento supongo que saldría gratis, porque suelen ofrecerlo  a cambio de cenar o desayunar en el local. Habíamos pagado 100 euros* por persona por la comida sin agua para tres días más el desplazamiento en furgoneta hasta el punto de partida… Estaba claro que había  demasiados intermediarios y ni a nosotros nos estaban dando el servicio por el que habíamos pagado, ni a Harka le estaban pagando lo que es de justicia.

*Quizás 100 euros no os parezca mucho, pero para que os hagáis a una idea;  el  salario medio mensual en Nepal está alrededor de 165 euros netos mensuales y se puede comer comida nepalí por 0’50 euros por persona, la comida occidental aunque es es más cara ,no pasa en un restaurante cualquiera de 4 euros por persona.

Después de aquella sobremesa, me fui a dormir un poco «plof»  y encima pasé más frío que si durmiera en el hall de un iglú…Pensé que con dormir vestida sería suficiente pero me desperté en medio de la noche muerta de frío y me tapé con una manta sucia que encontré por allí…Luego me enteré de que aquella manta había estado muy solicitada, porque Aroa también se despertó pensando en la manta sucia que las dos las habíamos despreciado nada más entrar en la habitación por mugrienta, pero al ver que ya me había tapado yo con ella, la pobre se quedó sin manta 😣

2ª etapa del trekking Ghandruk- Gorephari

Cuando despertamos todo parecía diferente; el Lodge, era  el típico edificio rectangular de una sóla planta y  con muchas puertas que llevaban a las habitaciones e iban a dar directamente al  porche, en donde había plantas y cuerdas para colgar la ropa. Fuera, en cada esquina del porche, había unas espigas de maíz ordenadamente colgadas al sol ( sé que se hace en otros sitios, pero yo nunca lo había visto antes y me encantó como quedaban , hasta me pareció muy decorativo 😍 )

Teníamos en frente de nosotros unas vistas preciosas de las montañas;  era  como si estuviéramos delante de un decorado. Un paisaje tan impresionante, que ni las fotos consiguen hacerle  justicia. Además en aquella casa había una niña que no paraba de limpiar y me tenía intrigada o más bien preocupada,  porque no sabía si era de la familia o una empleada. Tampoco parecía hablar inglés y era dificil comunicarse con ella por mímica. La ví entrar en su habitación y le pregunté si podía pasar… la habitación era una especie de templo hinduísta en el que no quedaba ni un sólo milímetro de la pared sin empapelar con imágenes de diosas. Yo no soy nada religiosa…será por el atracón que sufrí en la infancia , diez años de colegio de monjas, pero a pesar de mi falta de religiosidad, estas imágenes  que forman parte de la rutina y de la vida de los seres humanos, me llaman muchísimo la atención, vengan de la religión que vengan. Luego me enteré por Harka de que esta niña había estado muy enferma cuando era pequeña y como había conseguido reponerse, ofrecía su trabajo a las diosas… Me recordó a mi abuela, que  siempre me contaba que cuando nació  mi madre, estuvo a punto de morir en el  parto. Sus hermanas la ofrecieron a la virgen y se salvó. En mis recuerdos, mi abuela siempre lleva su relicario de la virgen colgado. Todas las religiones tienen cosas en común.

 

Desayunamos un pourridge  con café con leche y continuamos el trekking. Caminamos otra vez durante todo el día por escaleras imposibles y todos coincidimos en la opinión de que hay que estar en forma para hacer este trekking; para nada es un trekking sencillo.

Sólo paramos para comer, durante apróximadamente una hora (Patatas guisadas con queso 😋) en un sitio muy bonito y cómodo donde  algun@ aprovechó para  echarse una corta siesta.

 

Otra vez se nos hizo de noche por el camino, mientras seguíamos subiendo escaleras que parecía que no se iban a a terminar nunca… caminábamos sin luz  y por lugares no demasiado seguros, donde habría sido muy fácil pegarnos un tortazo porque ni veíamos por donde pisábamos. Creo que gracias a Harka y a sus  sus rezos, conseguimos llegar sanos y salvos  al Moonlight, un albergue que parecía mucho más animado y acogedor que el de la noche anterior, sería porque no éramos los únicos huéspedes. Baño con agua caliente, estufa para  secar la ropa y calentarse y una deliciosa y abundante cena, además tuvimos un antojo; queríamos un colacao  y nos prepararon un hot chocolate para  después de la cena… Aunque los de la agencia me habían contestado sólo para decirme  que no había wifi debido al mal tiempo, creo que habían entendido el mensaje. Era una agencia bastante desastrosa, porque nunca tuvieron el detalle de preguntarnos que tal con el guía, o si todo estaba bien…en turismo se distingue pronto  a los buenos profesionales de los mediocres. Cuando haces tours de este tipo es  frecuente que la agencia te envíe algún whasup para preguntarte si todo va bien … por el feedback o simplemente como detalle de cortesía … estos, ni mu!! 😒

3ªEtapa del trekking Gorephari- Poon Hill- Nayapul

Nos levantamos a las cuatro de la mañana para subir a Poon Hill. ¡Odio los madrugones! Cualquier día desayunaré antes de ir a dormir , para poder quedarme más tiempo en la cama! 😁  Me desperté fatal ;  me levanté, me vestí y bajé como una autómata… Sin bastones, sin dinero, sin linterna y sin  nuestra pancarta para hacer las fotos…pero eso sí, me llevé mi gorro de cebra. (Ya os había contado que nos habíamos  comprado unos gorros de animalitos en Pokhara para subir a Poon Hill, la idea había sido de Alicia y la verdad que fue un puntazo; ¡Qué elegancia!) 🐱 🐭 🐹 🐰

Y como un robot programado, inicié el ascenso.

 

La subida es dura y aunque hacía un poco de frío,  eso era lo de menos… Son los escalones; el tener que llevar los ojos bien abiertos para no tropezar y caerte… y toda esa gente subiendo con linternas, lo que resulta más incómodo a esas horas de la mañana. No veía nada, ni donde ponía los pies y las escaleras parecían interminables. Iba sin hablar, concentrada en llegar y tratando de no malgastar la poca energía que me quedaba. Bueno, tampoco es que una sea  la alegría mañanera de la huerta …😜

Al llegar arriba hay un chiringuito donde venden café con leche, lo que se agradece un montón. Ahí fue cuando me dí cuenta de que no llevaba ni  una rupia conmigo y tuve que pedir (Siempre es mejor pedir que tener que robar 😉 ) … Jesús, apodado el generoso,  me dió un billete y sin mirarlo fui a por un café, cuando quise pagar y ví la cara que ponía el chico, miré para el billete y vi que era  de 50 euros… lo deje allí esperando mientras devolvía los  50 euros  y volvía a pedir unas rupias para poder tomar un café… Es cierto que un café te cambia la vida! 😊

 

Las vistas y el ambiente  de Poon Hill al amanecer, son impresionantes. Mucho mejor incluso de lo que me esperaba, superó todas mis expectativas. Ya os había hablado de Nagarkot , pero en Nagarkot nos perdimos el amanecer por la lluvia y la niebla y aquí estábamos disfrutando de cada nuevo matiz que cogía el día , estaba sorprendida de lo que iba cambiando el paisaje en cuestión de minutos… la luz va cambiando tan rápidamente,  que las fotos hechas con cinco o  diez minutos de diferencia, parecen hechas  en lugares  diferentes. Lo de los gorritos de animales había sido todo  un acierto  para el frío y sobre todo para la foto; pero yo tenía unas ganas de posar que «pa qué»…  Cuando me dí cuenta de que también había olvidado  la pancarta, me dieron  ganas de bajar a por ella y volver a subir a  Poon Hill corriendo, pero como eso tenía mucho de ciencia ficción y sólo podría hacerlo si no hubiera olvidado también  mi capa de superwoman… 😄 Decidimos pedirle la pancarta a unos coreanos que se hacían fotos  con una. Pensamos que sería buena idea plantarle luego la nuestra encima, ya en casa con el  Photoshop!  😂 Y posamos felices con la pancarta;  primero sin coreanos , luego con ellos, después posamos para  los coreanos que también nos hacían fotos… ¡un auténtico «chou»! y además sin saber  a quién demonios le estaríamos haciendo propaganda… Que luego resulto ser algo así como que Dios está en la cima de la montaña, según le dijo a Paula una amiga suya que hizo la traducción  🎓 Al menos no habíamos defendido la caza ilegal del yeti o algo  por el estilo. 🤓

De Poon Hill volvimos al albergue para recoger las cosas y aproveché para ducharme y convertirme en persona humana. Desayunamos y continuamos nuestra bajada. Otro día duro, con sólo una paradita para comer pizza en una terraza con muy buenas vistas y también muy soleada… y no llegamos a Pokhhara hasta bien entrada la noche. Nos despedimos de nuestro guía (No sé si sería un efecto tardío del mal de altura, pero  me dió un arrebato de efusividad y le dí un abrazo a Harka,  parece que el pobre se quedó un poco asustado, o eso me dijo Jesús, porque yo ni me enteré! 😳 Mira que me sé la teoría; «No tocar, no  abrazar, nada de besar… hay que respetar la cultura».  Pero pasas tres días con un guía por la montaña, subiendo y bajando escaleras sin parar y cuando ya no las tienes todas contigo… consigues sobrevivir y te sientes agradecida!! 😉 ¡Qué menos que un abrazo! 😁 😇

 Dejamos las cosas en el hotel y nos fuimos a cenar  hamburguesas, que era el antojo más generalizado durante todo el trekking 😋

De todo viaje se aprende algo y cuanto más duro y salvaje  sea,  más fuerte y provechosa será  también la experiencia y el aprendizaje. El trekking es una prueba de fuego; por el camino se discute, se ríe, se canta, se baila,  se pelea porque unos corren mucho y no esperan por los de atrás…o se pierden porque se pasan,  y hay que salir a buscarlos… Hay momentos en los que piensas que no lo vas a conseguir, crees que te va a dar una  pájara y que no vas a tener fuerzas para continuar, pero sigues  y descubres que eres capaz de mucho más de lo que pensabas.

Los tres días de treking fueron los más duros; caminábamos durante todo el día, nueve o diez horas sin descanso,  con sólo una hora libre para comer… Y a pesar de que Anna pasó por momentos bastante malos de salud que sólo ella sabe bien, se puede decir que el trekking  se culminó con éxito; no tuvimos ningún accidente, ni ninguna  lesión grave  e incluso Anna, estando mal, consiguió terminar el trekking  dándolo todo y manteniendo la sonrisa permanentemente en su cara! 😃

Circuito Annapurnas  y ascenso a Poon Hill ✔️     ¡Prueba superada!!! 🎆