Creo que es la primera vez en mi vida que pongo un título tan largo… Pero es que esta vez quiero contaros una parte compleja del road trip que duró unos cuatro días y que fue un sinparar!! Así que trataré de resumirlo… Cuando empecé a buscar información para hacer este viaje tengo que reconocer que no sabía ni si se decía Vang Vieng, ni Vientiane o Vientián… y pensaba: ¡Menudos nombrecitos! No me los voy a aprender jamás! Hasta que pasaron a formar parte de nuestro día a día y obviamente terminas familiarizándote! 😅

VangVieng / Foto @marriazal
A Vang Vieng fuimos en van (furgoneta) con el primo de nuestro amigo el tuktero de Luang Prabang; ahora ya dudo de que fuera realmente su primo … o puede ser que la genética no haya sido muy equitativa en el reparto ; porque mientras que uno era simpático y trataba de ayudarnos en todo… (Incluso nos dijo que se alegraba de que tuviéramos un fondo común y que no fuéramos como los japoneses que quieren pagar cada uno su entrada en cada visita y le complican el tema del cambio…) Pues su primo resultó ser un seco, que además tuvo un feo detalle al llegar…
Viajamos durante todo el día por carreteras casi inexistentes; porque las aguas torrenciales del monzón se las habían llevado y el asfalto estaba casi desaparecido… Al mirar hacia abajo, veías un precicipio inmenso y no quedaba otra cosa más que confiar en la habilidad del conductor! Hicimos alguna parada para ir al servicio y para comer, pero lo feo vino cuando llegamos a la estación de Vang Vieng y nos ofreció llevarnos por un precio más o menos decente a nuestro hotel… Eran 700 kips por los siete. Habíamos hablado con una pareja que también viajaba en la furgoneta y mirando en maps.me habíamos descubierto que nuestros hostels en Vang Vieng eran casi vecinos, así que le propusimos que nos llevara a todos por ese precio, a modo de regateo 😉 y nos dijo que a ellos los llevaba por 700 kips más cada uno! 😮 A veces ser rubio puede salir muy caro! Ese tipo de actitudes… no las soporto!! 🤨 Si por mí fuera, me hubiera bajado de la furgoneta allí mismo! Pero obviamente no estaba sola y sabía que había gente en mi grupo que no soportaría una espera más…
Nuestro hostel en Vang Vieng no estaba nada mal y lo mejor de todo es que tenía unos recepcionistas muy eficientes y agradables; por fín alguien nos entendía en inglés! 😃 Le pedimos consejo para visitar los imperdibles de Vang Vieng y contactaron con un señor súper majo que tenía una furgoneta para que viniera a buscarnos. Atravesamos el puente de Vang Vieng que lleva al otro lado de la ciudad, donde la naturaleza lo llena todo con su colorido… y por el camino vimos al grupo de Alma Mochilera que también habían llegado a Van Vieng. Los saludamos desde nuestro tuk tuk – furgoneta pero creo que ni nos vieron.

Vang Vieng/foto @marriazal
Nuestra primera actividad era un pequeño trekking cuesta arriba para subir a la cima de un mogote desde donde había unas vistas espectaculares… Luego fuimos a unas cuevas y a bañarnos en una laguna que parecía la piscina pública del pueblo, porque todos estaban bañándose allí… Si bien Vang Vieng es una ciudad bastante fea; con carreteras sin asfaltar y un plan de urbanización bastante desastroso o por lo menos algo extraño… Luego sus alredores dan mucho de sí y la naturaleza es espectacular. Hace años Vang Vieng tenía una terrible reputación por sus fiestas salvajes; muchos jóvenes venían aquí a practicar tubing (descensos por el río en un neumático de tractor) ; la mezcla de jóvenes, alcochol, drogas y la poca consciencia del peligro haciendo cosas que en sus países no harían y sin darse cuenta de que las medidas de seguridad en estos países son bastante precarias, causaron la muerte de 27 turistas en 2011.El gobierno tuvo que empezar a cerrar locales y castigar la venta de drogas, al menos a la luz del día, para intentar erradicar este tipo de turismo que tantos problemas estaba causando.
En Vang Vieng cenamos en un chill out, nos dimos masajes y yo hasta me hice la manicura…y tb fue en Van Vieng donde nos compramos las flores de frangipani que se convirtieron en parte de la equipación! Durante todo el viaje íbamos recogiendo las flores de frangipani naturales que aparecen por todos lados y que huelen de maravilla pero se mueren enseguida, así que cuando ví la pinza de flor en una tienda, quise comprarla. Regateamos un poco y nos compramos una para cada una; la mejor compra que hicimos, porque le sacamos muchísimo partido! 😜 Cuando estábamos haciendo la compra aparecieron los chicos de Alma Mochilera y Cristina también se compró una. Desde ese momento , creo que hay pocas fotos en la que no llevemos nuestra flor de frangipani !😉
Esa noche no salí. La verdad es que es algo de lo que no pensaba hablar, pero salir por las noches me traía problemas con mi compañera de habitación… Así que a veces me cortaba un poco de llegar tarde, aunque mi sacrificio fuera en balde.
Sé que esa noche hubo futbolín y que hasta una «innombrable» para Susana y «cucaracha» para el resto de los humanos, atacó a uno de los jugadores! 🤣 Además también me contaron que estuvieron hablando con «un flipado peruano» la especie flipado y también la especie iluminado, es una especie que abunda entre los viajeros… Son ese tipo de viajeros que van por el mundo haciéndose los misteriosos e interesantes y contándoles al resto de la gente que se están buscando a sí mismos… o que están buscando su lugar en el mundo…etc. Pero de ese tema ya hablaremos en otra ocasión! 🤫 🤭
De Vang Vieng a Vientian viajamos en autobús, como todos los autobuses laosianos, muy mono con sus cortinas de volantes, flores y hasta pequeños altares!
Todos decían que Vientian era muy feo y que no valía a pena… y sabéis lo que os digo; que a mí no me pareció tan feo! O será que cuando vas esperando que algo sea feo, cualquier cosa que ves ya te sorprende! 🤔
Nuestro hostel de Vientian era el típico hotel asiático de película; con un loft desordenado y lleno de sofás, mesas y cosas por todos lados y una recepcionista laosiana e inusitadamente alta para ser laosiana que llevaba un vestido rojo y largo como de punto, con una caída perfecta. La chica era tan correcta como una azafata de la British Airways. Hablaba en un inglés perfecto y con un tono pausado nos explicaba cada cosa; hasta nos dijo que el precio incluía el desayuno pero que no podíamos repetir el café … En fin! A veces está bien dar este tipo de explicaciones pero otras sorprende que te lo digan, porque es presuponer que vas a ser una gorrona o una sinvergüenza! 😁
La recepcionista, hierática y fría como un tempano, nos dijo que su novio nos enseñaría las habitaciones y pronto apareció su novio; un chico francés con aspecto de adolescente; con ropa informal y muy agradable…y no voy a decir para ser francés! 🤭 Porque realmente lo era! Agradable y abierto… Antoine, sabía manejar la situación y nos fue enseñando las habitaciones e indicándonos cada detalle (Esto puso nerviosos a algunos de nosotros… porque íbamos cargados con las mochilas y teníamos ganas de soltarlas!) Pero está bien; porque aunque hay cosas que parecen obvias, no todo el mundo las entiende. Yo siempre agradezco las explicaciones. Antoine luego se iría soltando y ya puesto; nos contó su vida… Era el típico parisimo que harto de su trabajo y de su vida rutinaria y sin sentido en Paris, decide salir a dar una vuelta por Asia, encuentra el amor y se asienta en Vientian … (Fín de la cita 😉 jajaja)
Nos dijo que había ganado en calidad de vida y que a pesar de las incomodidades; porque obviamente Asia no es Europa y cada uno tiene sus propias costumbres, había pocas cosas que echara de menos. Antoine nos ayudó mucho; nos dió un plano de la ciudad, nos explicó lo que podíamos ver y nos indicó algun lugar donde cenar… Aquella noche fuimos a cenar a un vietnamita donde tenías que fabricarte tu misma la comida…Y después nos fuimos a la terraza cubierta de un hotel que parecía de lujo, o sería que no íbamos muy apropiados… ( Cuando ví nuestras pintas en el espejo del ascensor me dió la risa) y pasamos un buen rato tomando algo y escuchando música en directo, mientras fuera seguía lloviendo…
Al día siguiente nos fuimos a recorrer la ciudad en un tuk tuk y luego a pie hasta el río… Por suerte llegamos a un restaurante antes de que empezara la tormenta, porque de repente empezaron a caer rayos y truenos, cats and dogs! Pero ya estábamos acogidos. Recuerdo que aquel día pedí como tres veces la comida y no me la trajeron hasta que ya todos habían terminado de comer… Creo que es una costumbre laosiana; hacer las cosas con calma. Después de la comida y de dejar la mochila en el loft del hotel , fuimos a tomarnos un café a un sitio pakistaní que era perfecto y tenía un montón de tipos de café, no es que en laos el café esté malo, pero no se estila mucho hacerlo solo y había gente con antojo. Fuimos al súper a comprar alguna cosa para comer en el sleeper bus y en la calle nos encontramos con un sitio donde vendían pasteis de Belem o natas y me compré una… No fue el mejor pastel de Belem que comí en mi vida, pero tampoco estaba mal! 😊
Esa misma tarde-noche viajábamos a Pakse en sleeper bus y teníamos que regresar pronto al hotel… Aunque parece ser que la novia de Antoine no nos había dejado una habitación para ducharnos antes de salir, me sorprendió que cuando pasé al baño, él mismo me preguntara si quería ducharme… La verdad es que siempre se agradece la comprensión de un ex-viajero convertido en hospedador porque entiende mejor las necesidades de los viajeros, aunque ya fuera demasiado tarde!
Antoine nos acompañó en una van hasta la estación de autobuses y nos explicó todo; hasta nos aconsejó ir al servicio antes de subir al autobús porque los baños de autobús ya sabemos como son… y la verdad que la compañía donde compramos el billete era muy buena y el autobús perfecto… En la estación volvimos a encontrarnos con los chicos de Alma Mochilera que no habíamos vuelto a ver desde Viang Vieng … Y allí estaban, de camino a Pakse igual que nosotros, pero ellos iban en un sleeper bus blanco, que a alguna ya le pareció que tenía pinta de correr más que el nuestro. 😂
La noche en el sleeper bus fue como un huevo kinder; traía sorpresa! 😱 Cuando compras el billete para un sleeper bus, si no vas en pareja, lo normal es que pongan a los chicos con los chicos y a las chicas con las chicas; porque se trata de compartir una cama para dos. Cuando Jorge fue a ver donde estaba su cama, regresó sorprendido y diciendo que le habían puesto con una chica… «Pues como no sea con una lady boy!» _Pensé.
Y así fue… Miró a los pies y vió que los de la chica eran más grandes que los suyos y luego la llamaron por teléfono y respondió con voz de lobo feroz… Sin duda creo que para Jorge el viaje supuso una aventura de más nivel que la nuestra o por lo menos le dará más de que hablar … porque no todos han compartido cama con una lady boy! Además era muy guapa y estilosa 🤗
En mitad de la noche, el autobús paró en un lugar descampado y desangelado donde había una especie de mercado, o a saber lo que era! Yo me bajé aún durmiendo e intentando con mímica y repitiendo un montón de veces donde había un servicio… («toi-let, tua-let, toi-le-tee!!») Estaba con Manuela y ya no sabíamos como decirlo, no nos entendían nada! … Era un poco estresante! Yo ya no sabía que clase de mímica hacer para que me entendieran; pensaba que cuando viajas durante horas en un autobús, las paradas obviamente son para ir al servicio… Pero el hombre nos miraba con total tranquilidad y con cara de no entender nada de lo que le decíamos… Ahora que me acuerdo de su cara de «Qué les pasará a estas locas?» Siento vergüenza por no ser capaz de mantener la calma, pero en ese momento me estaba volviendo loca y sólo pensaba: «Pero que te voy a estar preguntando?? Donde está el cine? o Dónde hay un casino? Por favorrr!!» 😣 Alguien por fín pareció entendernos y nos envió a un sitio raro con una puerta de hojalata que no cerraba y un agujero en el suelo…por fín habíamos encontrado el aseo de señoras! 😉 😃 Los viajes nocturnos en autobus suelen ser sorprendentes… Despueś de la noche de Marrakech a Fez en bus pensé que ya lo había visto todo pero la noche suele ser muy propicia para que pasen cosas raras y algunas veces incluso extraordinariamente raras! 🧛♀️
Cuando había cogido el sueño de nuevo, hubo una parada y unas mujeres subieron al autobús ; una corrió hacia la parte de delante del autobús y la otra hacia la parte de atrás… llevaban un pollo asado en cada mano y gritaban » acolai,acolai!» (O a saber que decían… Creo que era el desayuno). Abrí un ojo y flipé! Pensé que estaba soñando, cerré el ojo y seguí durmiendo… Me encantan estos viajes en autobus! 🤩
Por la mañana desayunamos en nuestras camas porque cuando el viaje se hace largo es lo malo que tiene; que no hay donde sentarse y tienes que quedarte en tu cama. Jorge dejó a su acompañante y se vino a compartir con nosotras el desayuno 😃
Estefanía, que era mi compañera de cama esa noche, había actuado como una auténtica profesional! Nada más subir al sleeper bus y viendo lo que había; se tomó un diazepan, se puso su capucha y su antifaz y no se supo nada de ella hasta casi 12 horas después , cuando despertó como una rosa! 😅
Al llegar a Pakse nos fuimos al hotel, que a pesar de las buenas valoraciones en ebooking no estaba muy céntrico y ni siquiera tenían cafetería para desayunar… Allí pudimos contratar a un chico con un tuk tuk, para que nos llevara a Wat Phou o Wat Phu, las ruinas Champasak que están a casi media hora de la ciudad y son conocidas como el Angkor Wat de Laos… Menos mal que el chico nos llevó a un restaurante antes de salir de Pakse, porque con aquel calor hubiéramos muerto en Champasak! 🤪
Luego nos llevó hasta las ruínas por carreteras flanqueadas por campos de arroz y casas típicas laosianas, construídas sobre palafitos y nos esperó fuera. Empezamos por el centro de interpretación y firmamos en el libro de visitas, dejándole un mensaje para el grupo de alma mochilera (Queríamos picarlos un poco y que supieran que habíaos llegado antes…) y luego nos fuimos a ver las ruinas… Hay que caminar bastante, pero lo tienen bien montado porque durante un trayecto llano te llevan en tuk tuk. Son unas ruínas comparables a Angkor Wat por su belleza pero bastante más modestas.
A la vuelta, pinchamos una rueda del tuk tuk pero nuestro conductor era muy mañoso y enseguida hizo el cambio! Ya muy cerca de Pakse nos paró en uno de los lugares más bonitos que recuerdo del viaje 😍 Lo vimos desde abajo; un enorme buda dorado y el conductor nos dijo que aunque había otro acceso, por algún problema en la carretera, tendríamos que subir andando por las escaleras… Fue una subida criminal porque hacía un sol de justicia pero valió la pena! Las mejores vistas y el buda más bonito! Al llegar arriba, como siempre en cualquier lugar que hay una enorme subida en Laos, aparece un bar o una persona con una nevera que vende bebidas… y detrás del bar; un templo de lo más lujoso y ostentoso que hemos visto en laos… y eso que todos lo son; porque en dorados no escatiman! 😊
Pakse como ciudad, no me gustó mucho… Por la noche tratamos de buscar el night market para cenar, que no aparecía! y luego, después de dar muchas vueltas y de ver que no nos gustaba; acabamos cenando en un sitio que en realidad estaba muy bien y nos trataban de una forma inmejorable, pero como yo odio las sopas; no encontraba nada que me gustara… y estaba muy negativa e insoportable! 🙄 No sé ni como mis compañeros me aguantaron!😔 En fín y como decía Chiquito de la calzada… «Una mala tarde la tiene cualquiera!»
Al día siguiente salimos para las 4000 islas; conocidas como el paraíso laosiano… Y sin duda es un lugar especial , porque todas las islas lo son! Las islas siempre tienen ciertas singularidades que las hacen atractivas… Y además no sé por qué pero paraíso e isla suelen ir casi siempre de la mano! De las 4000 islas os hablaré la próxima semana! 🤗 Os pido disculpas por el retraso de estas últimas publicaciones, pero últimamente siempre pasa algo que me impide publicar los Viernes!
Ojalá no tenga que cambiar otra vez el día de publicación y pueda volver a publicar mi día preferido de la semana … Mientras como siempre, escucho el «Friday I’m in Love» de The Cure! 😉 💃
Se lee que fue una excelente experiencia a pesar de los contratiempos
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Casi todas las experiencias viajeras lo son! Y más aún cuando las miras desde el recuerdo 😉 Gracias por tu visita al blog! Un abrazo
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