Este viaje surgió como la mejor manera de organizar un encuentro entre amig@s procedentes de diferentes partes de España, mientras recorríamos la exótica Turquía… Un inmejorable plan exprés, después de casi dos años sin vernos. 🙂 Diez días de no parar.
Creo que es la primera vez en la vida que viajo con todo tan organizado … Perfecto para despreocuparnos de los pormenores y dedicarnos por completo a disfrutar del viaje y de la vida.
ESTAMBUL
La primera parada consistía en recorrer y descubrir las maravillas de Estambul en tres días; teníamos alguna cosa programada, pero la mayor parte del tiempo nos dedicaríamos a explorar la ciudad y a «patear»… Estambul es una ciudad con mucha vida y que a mí me sorprendió muy gratamente por su modernidad, su estilismo y por la forma de vida. Os remito al artículo que escribí sobre nuestra llegada a Estambul en el que cuento como fueron las sensaciones y todas las cosas que hicimos durante aquellos tres días en la ciudad mejor situada del mundo 😉
BURSA Y CANAKKALE
Dejamos Estambul por la mañana temprano y con bastante pena, al menos por mi parte… ya que el ambiente de Estambul me estaba encantando; es una de esas ciudades donde me hubiera gustado quedarme a vivir al menos una temporadita, a pesar de la dificultad de su idioma… Me pareció acogedora; muy colorida y llena de vida! 🙂
De Estambul a Bursa es un trayecto por carretera bastante largo, pero los turcos han empleado tan bien las subvenciones y el dinero público, que sus comunicaciones no están nada mal… En Bursa nos paramos a visitar la Mezquita Verde, que no sé porqué se llama verde si en realidad es azul… y a hacer algunas compras. Después seguimos hacia Canakkale , que se pronuncia «Chanacale» y está a unas tres horas al sur de Estambul. Es una ciudad tranquila y bonita, situada la costa asiática de los Dardanelos sobre todo es famosa por sus ruinas. Nos paramos en el centro de la ciudad casi con el tiempo justo para ver el caballo de Troya; que fue donado a la ciudad al terminar de grabar la película TROYA… Estuvo bien poder ver este caballo, pues el otro, el que se encuentra en las ruinas de la ciudad de Troya, se lo habían llevado para hacerle un poco de mantenimiento, así que no pudimos verlo. Bañarse en el mar de Mármara era otra de esas cosas súper apetecibles que no queríamos perdernos y más después del largo viaje por carretera; fue un éxito alojarnos en un hotelito pequeño pero precioso justo enfrente de la playa…después del baño y de la cena nos quedamos a ver la puesta de sol sobre el mar de Mármara .En la playa, una pareja de novios intentaba sin mucho éxito hacerse unas fotos de preboda con dos fotógrafos mientras unos perros locos daban saltos y ladraban tratando de cazar gaviotas…Habrían quedado unas fotos muy bonitas y naturales, pero obviamente le hubieran quitado todo el protagonismo a los novios que estaban hartos de los perros y ya no sabían como espantarlos… 😉 Mientras una de las fotógrafas trataba de alejarlos de la zona, el otro se dedicaba a hacerles fotos a los novios antes de que el sol terminara de ponerse…
TROYA – PERGAMO – IZMIR
Madrugamos y nos tomamos uno de esos «Enigmáticos desayunos buffet» que nos ofrecía el hotel, del que hablaremos otro día… y salimos hacia Troya, cuya fama procede de “La Ilíada” de Homero y la Guerra de Troya contra los griegos… y el asunto es que se me presentó una duda; igual que cuando un día presencié la discusión de dos niñas sobre la existencia de las sirenas…Yo, también tenía mis dudas en este asunto. Pero sí, es cierto, Troya existió. la Guerra de Troya, recogida parcialmente en la Ilíada y la Odisea, fue considerada un simple relato mitológico durante mucho tiempo, pero fue el arqueólogo aficionado Heinrich Schliemann, quién descubrió (y casi destruyó por completo) los restos de Troya; obsesionado por encontrar el tesoro; dejó sus negocios , viajó a Turquía y compró la colina donde ,después de sus indagaciones, creía que podía haber estado la ciudad de Troya y luego, empeñado en encontrar el tesoro; dinamitó a destajo sin pies ni cabeza… destruyendo gran parte de los restos de la ciudad. Así que nuestra guía, nos dijo que los turcos no saben si fue mejor que la descubriera o que la dejara estar, debajo de aquella colina… Me sorprendió toda la historia que nos iba contando la guía; que también nos advirtió de que Troya podría defraudarnos un poco, porque después de la escabechina que habían hecho para encontrar el tesoro, había quedado en muy mal estado. Realmente y a pesar de que dejaron todo destrozado por pura ambición, me gustó igualmente la sensación de saber que estaba en Troya.
Ahora un consejillo casero 😉 Si sois como yo y os gusta enviar postales mientras viajáis, os recomiendo la tienda que está antes de la puerta de entrada a Troya… en esa tienda hay de todo! Y lo mejor es su dueño; un señor que por la pinta ya debería de estar jubilado, pero me alegro mucho de que estuviera allí , solo por conocerlo. Os hablará en italiano para facilitar la comunicación, lo cual es de agradecer porque el turco es un idioma muy complicado, y además os dará toda clase de explicaciones…Después de venderme postales y sellos, me ofreció una caja de cartón a modo de buzón para echarlas… y sí, llegaron a su destino! 🙂
Al terminar de comer, continuamos hacia la ciudad de Pérgamo, donde visitamos las ruinas del centro cultural y médico de la Antigüedad; Asclepión; un antiguo centro terapéutico dedicado a Esculapio, dios de la Medicina. Este sí que está en muy buen estado de conservación y nos encantó, a pesar del sol de justicia que hacía…Añadir que yo desde que llegué a Turquía me convertí en una turca de las que llaman «tapadas» y ya sólo para dormir me quitaba el pañuelo de la cabeza; no me convertí al islam, ni nada, pero con aquel sol de justicia era lo mejor que podía hacer…y me sentí totalmente integrada 😉
Esa noche dormimos en Izmir pero antes nos recorrimos el pueblo y el paseo marítimo y nos comimos un delicioso helado con sorpresa 😉
IZMIR – EFESO – PAMUKKALE
Después de otro de esos desayunos buffet que parece que cargara el mismísimo diablo, salimos hacia Éfeso. Éfeso es la ciudad clásica mejor conservada de Turquía, fue construída en el año 1.000 antes de cristo, pero los restos que podemos visitar actualmente son del siglo IV antes de Cristo. Es como hacer un viaje en el tiempo y sorprende por su buen estado de conservación. Me encantó la Biblioteca de Celso, el templo de Adriano y el gran Teatro de la ciudad y la tumba de de Arsínoe, la hermana de Cleopatra con la que compitió por el reino de Egipto y a la que el ejército de Marco Antonio acabó capturando y matando en la misma ciudad de Éfeso. La historia de Cleopatra y su hermana me pareció por lo menos inquietante, y más aún cuando la guía nos contó que se rumoreaba que Cleopatra despúes de mandar al ejército de Marco Antonio que la matara, hizo ubicar su panteón frente al prostíbulo… En fín! que se traían muy buen rollo... También visitamos la casa de la Virgen María, el lugar donde parece ser que pasó los últimos años de su vida, y que aunque no tiene mucha cosa que ver… es una curiosidad más. Lo que sí os recomiendo,es visitar el Museo de Experiencia de Éfeso donde los visitantes pueden realizar recorridos virtuales por sitios emblemáticos como la Biblioteca de Celso y el Templo de Artemisa: tienes la sensación de estar recorriendo la ciudad en aquella época y descubrir cómo era Éfeso en su mejor momento.
Esa noche continuamos nuestro viaje hacia Pamulake, donde todavía nos quedaban muchas cosas que ver 😉
PAMUKKALE – CAPADOCIA
Pamukkale se ha hecho archiconocida por los «castillos de algodón»; terrazas y piscinas naturales que se formaron a lo largo de los siglos por el paso de las aguas cargadas de sales calcáreas procedentes de fuentes termales de un color blanco deslumbrante, que les da la apariencia de algodón. Este lugar también es conocido por las ruinas de la antigua ciudad de Hierápolis, que se encuentra en la cima de las terrazas, y por la piscina de Cleopatra; una piscina termal con restos de columnas romanas. Hubo una época en que casi todos los instagramers de viajes tenían su foto en Pamukkale; casi siempre bastante retocada… y por eso os encontraréis con cosas asombrosas y bastante ridículas; como fotógrafos que alquilan alas de ángel y cosas así; para hacerse fotos de puro postureo … Nosotros comenzamos la visita por Hierápolis; viendo las temperaturas que hacía esos días, pensamos que sería lo mejor ascender a las ruinas mientras no calentaba mucho el sol… Hierápolis es una antigua ciudad helenística bien conservada, con un anfiteatro impresionante y muy buenas vistas. Después bajamos a la piscina de Cleopatra y finalmente nos fuimos a pasear descalzos por los castillos de algodón, un paseo entre gente que no paraba de hacerse fotos…Es un paisaje realmente curioso y sorprendente y me gustó mucho, pero ya sabéis que desde hace tiempo todo lo que sale en instagram acaba por corromperse efecto de la viralidad… Y Pamukkale no es menos; es como una romería de gente haciéndose fotos y quejándose de que no es igual que se ve en las fotos… Se ha convertido en un circo incómodo de visitar… por eso el mejor consejo que se podría dar a cualquiera es que cuando descubras algo precioso; no lo expongas demasiado porque ya sabes lo que suele pasar… Todo lo que se viraliza, se arruina! 😦
CAPADOCIA
Y finalmente llegamos a la Capadocia, que por cierto se pronuncia CapadoKia!! Donde se nos presentaba la posibilidad de disfrutar de un espectacular paseo en globo aerostático al amanecer…Después de un extraño regateo, el viaje en globo nos quedó en mitad de precio y así fue como volamos en globo por encima de las chimeneas de hadas!! Mi primera vez en Globo fue una experiencia bonita, aunque cuando me subí al globo aún estaba totalmente dormida, sin ducharme ni desayunar…Luego fui despertando y me dí cuenta de los afortunados que habíamos sido; pues mucha gente lo intenta varias veces y por problemas climatológicos no lo consiguen…Así que había que disfrutralo!! 😀
Y a la vuelta del madrugón y del paseo en globo; nos duchamos, desayunamos y nos fuimos a recorrer el lugar donde luego supe que nació San Jorge; con su fascinante y original paisaje formado hace tres millones de años por lava arrojada de los volcanes Erciyes y Hasan. Visitamos algunos de los numerosos monasterios y capillas de Göreme, excavados en las rocas y decorados con frescos y luego pasamos por el valle de Güvercinlik (valle de los palomares) y admiramos la maravillosa vista panorámica del Castillo de Uchisar, situado en lo alto de una montaña de roca volcánica y perforado por túneles y ventanas. Comimos en un restaurante que también está escavado en la roca que se llama Uranos Sarikaya; un sitio elegante, con bonita decoración y donde se come bien y a buen precio. Esa tarde teníamos una excursión contratada para ver la ciudad subterránea más grande del mundo y nos pareció impresionante; ya sólo la idea de vivir bajo tierra me parece terrorífica…pero pasear por esas calles estrechas y de poca altura e imaginar a la gente viviendo ahí sin salir; yendo al colegio, trabajando, durmiendo… creo que sentí algo de claustrofobia!
La Capadocia es impresionante; tal cual os lo cuentan … es un lugar que no defrauda!
Y así terminó nuestro viaje express a Turquía, un país que lo tiene todo para ser el destino perfecto; paisajes impresionantes, arquitectura original, buenas infraestructuras, playa, historia, bazares, ambiente en las calles y gente simpática y educada… no sé qué más se puede pedir! 😉
Un Plan Infinito 