
A finales de diciembre de 1958, la ciudad cubana de Santa Clara fue tomada por los revolucionarios bajo el mando del comandante Che Guevara. Esta victoria sería decisiva en la lucha de los revolucionarios contra el régimen del general Fulgencio Batista: después de 12 horas de la captura de la ciudad, Batista huyó de Cuba y Fidel Castro proclamó la victoria.