Soy una criatura acuática y para mí pensar en una isla siempre ha sido sinónimo de paraíso… No me gustaba que Laos no tuviera mar (nobody is perfect! 😉) pero me dio una alegría descubrir que en laos había un lugar, al parecer paradisíaco, al que llamaban las 4000 islas; que estaban localizadas al sur del país y muy cerca de la frontera con Camboya. Si Phan Don es una zona de islas situadas en el Mekong, también conocida como la playa de Laos. las islas más importantes son Don Khong, Don Det y Don Khon, estas dos últimas están unidas por un puente y son muy conocidas en el ambiente mochilero y viajero.

Foto @marriazal
Desde el momento en que supe de su existencia, me puse a indagar y ya soñaba con esta parte del viaje en un lugar natural y casi salvaje situado en medio del Mekong; ideal para descansar, desconectar del mundo y relajarse caminando entre arrozales y comtemplando las puestas de sol…

Foto @sentidosinsentido
Desde Pakse viajamos en una furgoneta; aproximadamente son unas tres horas por carretera hasta el pueblo de Ban Nakasang. A unos cien metros de la estación de autobuses está el embarcadero y por el camino van apareciendo hileras de tiendas de comida, bares etc. Al fondo hay una taquilla donde comprar los billetes del barco y por menos de un euro ya te puedes subir al barco que te llevará a la isla elegida…
Llegar a las islas supone ya de por sí una bonita aventura; navegar en un barquito estrecho y colorido que atraviesa parte del Mekong para ir a dar al embarcadero de Don Det , nuestra isla elegida. Cuando te vas acercando al embarcadero empiezas a ver las palmeras y las cabañas construídas sobre palafitos en la ribera del río … Ya cuando te bajas del barco, te encuentras con un camino flanqueado por bares, restaurantes, agencias de turismo y pequeñas tiendecitas… En las 4000 islas no falta de nada! Bueno, a veces se va la luz! Pero eso es normal, y además siempre vuelve! 😃 Hay agua caliente y wifi…Yo me las esperaba más salvajes, pero con todo eso, las islas son perfectas para desconectar.
Escogimos Don Det porque leímos por ahí que era la más tranquila y la que más ambiente mochilero tenía , por ser la más salvaje… Además sabíamos que nuestro equipo rival 🤣 también iría a Don Det y eso siempre era un aliciente! 😁 Cuando llegamos nos costó escoger alojamiento… Habíamos mirado algunas cabañas por internet, pero cuando tienes que caminar con la mochila a cuestas, todo te parece demasiado lejos y para ver las que estaban al fondo de la isla, dejamos a nuestros compañeros esperando y nos fuimos sin mochila… Era temporada baja y nos hacían los mejores precios pero en algunas, las maderas de las paredes estaban demasiado separadas y podían entrar mosquitos ( En esta zona hay dengue y malaria) En otras sólo había camas de matrimonio o no había sitio para tod@s…
Mientras buscábamos alojamiento pasaron los chicos de Alma Mochilera en bici… Parecían los protagonistas de verano azul! Oh dios!! Esta vez nos habían ganado; mientras que nosotros habíamos hecho noche en Pakse, ellos ya habían dormido en la isla y también pasarían una noche más que nosotros en Don Det. Al pasar había visto unos bungalows que no recordaba haber visto en ebooking, pero que me habían encantado; parecían nuevos, hechos completamente de madera y de los porches o al menos de algunos de ellos, colgaba un tiesto con orquídeas… 😍
Después de visitar varios alojamientos, fuimos a preguntar allí y un hombre con ninguna pinta de ser laosiano empezó a hablarnos de las maravillas del lugar… Nos dijo que este era el mejor alojamiento que había encontrado en toda la isla y que también el restaurante era buenísimo. Aquel hombre era holandés y llevaba 5 meses alojado en Don Det… Así fue como conocimos al Holandés errante 😉
Luego nos dijo que tenía más de 65 años (Estaba superbien conservado) Era ex jugador del Ajax de Amsterdam y nos contó que cuando su padre murió, se había metido en el alcohol y había abandonado su carrera deportiva…Su pareja ahora, era una chica camboyana y tenían un bebé de 5 ó 6 meses; una niña preciosa que no lloraba nunca. Para que viéramos que la niña se parecía a él, fue a por su teléfono y nos enseñó una foto de él de cuando todavía era un bebé y tenía razón; eran exactamente iguales! Ya con el teléfono en mano, aprovechó para enseñarnos al resto de su familia en fotos: Tenía un hijo de treinta y pocos años viviendo en Holanda y con pinta de holandés; luego tenía una hija que vivía en Londres con su pareja; la hija no sé si era guapa, exótica o ambas cosas a la vez! Nos dijo que su madre era tailandesa… Se ve que nuestro holandés errante, iba sembrando hijos por el mundo. A esta niña, que se llamaba algo así como Haiku (poesía japonesa) ; la traía siempre en brazos y la mecía en la hamaca del porche, estaba orgulloso y encantado con ella. 😊
La verdad es que el holandés tenía razón y no podíamos haber escogido mejor alojamiento! Los bungalows estaban superbien y el restaurante era fenomenal… La famila que llevaba el negocio se convirtió en nuestra familia en Laos… la señora cocinaba de maravilla; nos lavaba la ropa y estaba pendiente de cada detalle. Además hablaba inglés. El día que llegamos hasta fue a comprar nutella para hacernos pancakes…los pancakes más grandes y ricos que he visto nunca! Y el resto de su familia era super simpática! Tenían una abuela que no entendía nada de lo que le decíamos pero ella nos saludaba y sonreía. Era encantadora… luego iba a la cocina y nos traía a su hija para traducir 😃 Recuerdo que un día fue Estefanía a pedirle la cuenta de la cena y le dijo : The bill? y ella le salió con una cerveza! _ Beer beer! 😆
Si tuviera que recomendar algún alojamiento de todo el viaje, sin duda sería este y el hotel de Siem Reap, aunque en Siem Reap ya era exagerado! Aquí nos trataban como si fuéramos uno más de la familia y en Siem Reap como si fuéramos unos príncipes árabes! 😂 😂

Foto Susana Morales
Ese día nos acomodamos , fuimos a ver los alrededores y luego nos fuimos hasta el embarcadero para ver la puesta de sol, donde habíamos quedado con los chicos de alma mochilera… Ahora ya no sé si habíamos quedado o si nos encontramos allí por casualidad … pero al día siguiente volvimos a quedar! 😏
El lugar desde donde se ve la mejor puesta de sol y que seguramente en otras ocasiones estaría petado; esa noche era solo para nosotros! Y mientras sonaba no sé que música de fondo… comtemplamos la puesta y compartimos aventuras viajeras.
Ahí descubrimos que Xabi; la interesante criatura vasca que hacía caligrafía y plumas preciosas, también se dedicaba a ir repartiendo abrazos por el mundo… Nos contaron como habían tenido un conductor un poco malhumorado y que Xabi decidió darle un abrazo para calmarle y lo calmó! La técnica de los abrazos parece funcionar mejor que la de repartir tortas! 😄 Pero el asunto estaba en como abrazar…y para hacer una demostración le pidió a Jorge que le diera un abrazo y Jorge al acercarse a él le dió un abrazo con unas palmaditas en la espalda… Justo! Ahí estaba el fallo! Había que evitar dar esas palmaditas… que sería algo así como querer sacarle importancia al acto de abrazar. Luego se lo dieron las chicas; pero Susana y Manuela hicieron como si se balancearan a los lados… Otra vez mal! jajaja Para abrazar hay que estarse quieto, tranquilo… Concentrarse en el abrazo y usarlo como transmisor de emociones. la verdad que no es nada fácil abrazar como dios manda! 😅 (Xabi , si no lo entendí bien, me lo explicas otra vez y edito lo que haga falta! )
En fín… Que tampoco habíamos bebido tanto! Pero una simple Beerlao y el mágico contexto, eran más que suficientes para que proliferaran las charlas trascendentales.
Aquella noche al llegar a la zona wifi de mi cabaña, me entraron un par de whasaps y ya me echaron una bronca… podría haber utilizado la técnica del abrazo, pero preferí abrazarme a mi almohada. Por la noche hubo una tormenta bestial; caían rayos y truenos! Y hasta se fue la luz… Oí gritos y pensé que habría que salir y realojar a la gente que parecía estar en peligro…pero todo se calmó y volví a dormirme.
El día siguiente fue un relajado día isleño…de esos días en que sales a la aventura; a ver lo que pasa! 😎 Primero dimos con un tuktero borde y vago con el que tratamos de negociar pero no hubo manera! Así que terminamos yendo a la otra isla en un barquito con un chico muy majo. La otra isla parecía más lujosa pero no más bonita que la nuestra… primero fuimos a ver un templo y luego a unas cataratas que eran como un parque acuático… debido al monzón las aguas estaban revueltas. Esos días tampoco yo estaba muy bien, aún con el tratamiento de hierro que no siempre me acordaba de tomar y encima con la regla… Me quedé charlando con Cristina en el bar de las cataratas y descubrí que Cristina y yo teníamos cosas en común…las dos habíamos vivido en Londres y teníamos algunas experiencias parecidas.
Esa noche hubo baile… Manuela estaba dispuesta a darlo todo y a enseñarnos a bailar swing; que es algo realmente divertido y te llena el cuerpo de adrenalina. Yo como ya os dije, no estaba en mi mejor momento pero disfruté del espectáculo. Nuestros días de hamaca y puestas de sol en la isla estaban llegando a su fín y nuestra maravillosa familia laosiana había organizado todo para que vinieran a buscarnos por la mañana en barco después del desayuno; así ya no tendríamos que ir caminando hasta el embarcadero… Era la primera vez en mi vida que alguien venía a recogerme en barco! 😁

Foto @sentidosinsentido
Nos despedimos emotivamente y seguimos despidiéndonos desde el barco… Me encantaría poder enviarle algo desde casa en agradecimiento, pero siento decir que el correo en Don Det no parece de fiar…. Enviamos varias postales desde allí y a día de hoy no ha llegado ni la primera 🙄
Quizás se hayan caído al Mekong mientras el cartero trataba de llevarlas a Nakasang, o quizás todavía sigan en la isla, esperando a que un tranquilo y parsimonioso cartero laosiano vaya a recogerlas… Aún no pierdo la esperanza de que algún día lleguen; la vida en las 4000 islas va con calma 💌
*A día de hoy , más de dos meses después de haberlas enviado, por fín puedo deciros que han llegado las postales !! 😃
Las 4000 islas no eran como me esperaba que fueran y por el tiempo que hizo; ni siquiera pudimos bañarnos en el Mekong! Sin embargo, es de esos lugares que cuando estás allí, te alegras muchísimo de haber ido.
El próximo Viernes os contaré como cruzamos la frontera con Camboya y como fueron nuestros días de vino y rosas en Siem Reap y ahora aprovecho para mostrar mi agradecimiento más ferviente a Susana Morales, Manuela Arriaza Y Guillermo López por su generosidad al compartir comigo y ahora también con todos vosotros, sus preciosas fotos de las 4000 islas. Gracias, querid@s compañer@s de viaje y amig@s! 😉
HERMOSA NARRACIÓN Y LAS FOTOS INCREIBLES. ABRAZO
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Muchas gracias por lo que me toca, Rubén! 😉 Las 4000 islas es un lugar singular .
Te agradezco mucho la visita y el comentario 🙂
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Que curiosa la historia del holandés! Les gusta mucho viajar y cambiar de vida, nosotros nos topamos con uno en Ko Samui (Tailandia), también vivía allí, era instructor de snorkel
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Yo siempre digo que lo mejor de viajar es lo que vas aprendiendo de la gente que te vas encontrando…el mundo está lleno de gente interesante! 😉 Muchas gracias por tu visita al blog, Lena! 🙂
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Nos encantó este post! Precioso! como lo cuentas, las fotos…. Enamorados nos quedamos! Te seguimos!
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Muy bienvenidos al blog y muchísimas gracias por vuestras amables palabras! 🙂 Un abrazo
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Hola! y cómo se llama ese alojamiento? creo que no lo indicas! muchas gracias
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Se llama Don Det Bungalows! 🙂 Al bajarte en el embarcadero, caminando hacia la izquierda unos 400 metros… tienen el restaurante justo enfente! Y son bungalows tipo cabaña de color madera natural 🙂 Fácil de encontrar!
saludos!
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