Volcanes, salares, una isla con cactus gigantes, lagunas de colores, aguas termales, géiseres, vida salvaje… paisajes intactos y espectaculares! De lo mejor que he visto en un espacio tan reducido y en el que apenas se nota la acción del hombre …
El Salar de Uyuni llegó a mi vida hace tiempo por fotos de instagram,creo que hasta llegué a hartarme un poco de ver tantas fotos de gente con dinosaurios, saltando o saliendo de mochilas sobre un fondo de sal totalmente blanco y otras, con el tan buscado efecto espejo…tenía la idea de que lo habían banalizado en exceso, como se banaliza todo ahora, para terminar convirtiendo el salar en un «photo wall» a donde van los influencers a posar y hacerse fotos.






Buscando información en blogs de «viajer@s» para ver si encontraba una agencia fiable con la que viajar por el salar, me encontré con blogueros que iban al Salar únicamente a fichar y a hacer sus fotos, lo que ahora llaman crear contenido y que abarca múltiples tareas; entre ellas la de desinformar, tan de moda en nuestros días… Esta pareja de blogueros, entre fotos y videos con dinosaurios y besos forzados para la foto… desaconsejaba ir más de un día al salar; decían que los bolivianos eran poco fiables y que los todoterrenos eran incómodos porque llevaban a mucha gente…que no valía la pena pasar penurias y quedarse más tiempo, porque total ibas a ver lo mismo! Ellos en un día decían haberlo visto todo, que era lo mismo que decir: » Ya hemos hecho las fotos para Instagram y … para qué queremos estar más tiempo?» Es cierto que en el Salar hace frío y que las condiciones del viaje, no son las más confortables, pero la justificación no me valía… ¿Cómo te iban a tener tres días dando vueltas por el salar, sin más?
Así que me puse a buscar información fiable. Contacté con más de 6 agencias tanto bolivianas como chilenas… Y fui descubriendo que el tour al que llaman «Salar de Uyuni»… Era mucho más que ir al Salar de Uyuni a hacerse las consabidas fotos. Hay muchísimas cosas que ver y a cada una más impresionante! Una vez que las agencias empezaron a informarme y me pasaron el recorrido…empecé a buscar imágenes de los lugares en internet y entendí que aunque fuera algo duro y difícil; el salar era algo imperdible y al menos había que hacer el tour de tres días… En la agencia definitiva Parina de Sal me aconsejaron bien, yo sabía que el viaje en coche era largo y se hacía pesado y que muchos viajeros hablaban de la incomodidad de ir en los asientos de atrás; así que fuimos viendo como resolver aquellos pequeños detalles para librarnos de algunos inconvenientes y problemas predecibles… el asunto es que aún teniendo el recorrido y buscando las imágenes de los lugares por internet… El tour del salar de Uyuni superó con creces todas mis espectativas, que ya eran bastante altas. ☺️
El tour del Salar de Uyuni no deja indiferente; creo que uno de los lugares más bonitos, raros y silenciosos que he conocido, al menos hasta el momento…Desde la conducción por una pista blanca e infinita de sal; sin carreteras, ni señalización, que es algo así como viajar por un folio en blanco… hasta la sensación aventurera de recorrer y explorar tierras salvajes y sorprendentes que te dejan sin respiración; un auténtico parque de atracciones natural. Todo lo que pensabas que era bonito hasta ese momento, no es comparable con todo lo que va apareciendo ante tus ojos: manadas de vicuñas corriendo libres como gacelas, flamencos que inician su vuelo…lagunas rojas, verdes y blancas…Montañas y paisajes que van cambiando a cada paso… y todo en tan breve espacio que casi no da tiempo de asimilarlo.
El salar de Uyuni también tiene algo de irreal y de mágico porque todo lo que te vas encontrando es tan sorpendente, que a veces dudas de si sigues en la tierra… Durante el recorrido tampoco te encuentras con muchos turistas; raramente te cruzas con otro coche… y tienes la sensación de estar un poco desconcectada del mundo; ¡fuera de cobertura! Pero ni el frío, ni las condiciones sencillas de los alojamientos, ni las horas de viaje en todoterreno, consiguen enturbiar este viaje!
Después de unos kilómetros de puro desierto desde San pedro de Atacama, llegamos a un lugar también desértico que anunciaba la frontera… Muchos tratan de llegar pronto a la frontera para ser los primeros en pasarla, y mientras no la abren, duermen en la furgoneta, pero nosotros nos habíamos parado a desayunar y no llegamos tan temprano… así que había ya unas cuantas furgonetas delante … de todas formas, no me pareció mucho tiempo de espera.
La frontera de Chile con Bolivia por la Reserva Nacional de Fauna Andina Eduardo Avaroa, conocida como «Frontera Avaroa» está marcada por el límite fronterizo que llega hasta el Volcán Licanbur del cual ya os hablé y os conté como había sido su romance, en el artículo anterior. 😉 Este paso fronterizo, se utiliza tanto para hacer el control aduanero entre Bolivia y Chile, como la entrada de turismo de aventura.


En la frontera no fuimos muy bien recibidos; casi podría decir que es una de las fronteras donde me he encontrado con el personal más desagradable y estresado…aunque no tanto como en la frontera terrestre entre Laos y Camboya… Aquí también hubo ese momento de tensión en el ambiente que te hace sentir como una delincuente…Lo mejor es quedarse callada y esperar a que te digan que pases. Desde ahí también empezamos a pagar para ir al aseo; pagas lo que te pidan; que son cantidades muy distintas de unos lugares a otros y te entregan un poco de papel higiénico… el problema es que nunca tienen cambio para cobrarte y eso se repetirá durante casi todo el recorrido.
El Altiplano:
Nada más pasar la frontera, aparecen las maravillas del paisaje altiplánico. El altiplano andino es verdaderamente impresionante y ninguna foto parece hacerle justicia; son paisajes que parecen casi irreales; de colores suaves, como pintados con acuarela y además con abundante fauna salvaje, obviamente protegida. Durante todo el recorrido pudimos ver manadas de vicuñas, vizcachas o conejos andinos, muchos flamencos de varias clases y algún zorro andino.




Géiseres Sol de mañana:
También nos paramos para ver los géiseres y sus fumarolas; que nos recordaron a los impresionantes Géiseres del Tatio, que habíamos visitado unos días antes en la región de Antofagasta a unos 90 km de San Pedro de Atacama.



Laguna Colorada:
La belleza de esta laguna es espectacular, no solo por su color, también por sus habitantes…Un paraje idílico y en calma, donde los flamencos andinos, aves migratorias que se cuentan por miles, disfrutan tranquilamente de sus aguas, ricas en minerales, lo que le da ese color rosado tan característico.




Aguas termales de Polques:
Un balneario en plena naturaleza salvaje; da igual el frío que haga fuera; son aguas calientes y muy agradables, en un lugar perfecto para relajarse y con unas vistas estupendas. Además de que es súper placentero , os recomiendo mucho que os bañéis en ellas , porque quizás en vuestro alojamiento no tengáis donde hacerlo. 😬




Desierto Salvador Dalí:
Aunque Salvador Dalí nunca llegó a estar aquí, le pusieron su nombre por los «paisajes surrealistas» esculpidos por la erosión y que nos recuerdan a algunas de las pinturas de salvador Dalí. Una de las esculturas naturales más curiosas de este desierto es el árbol de piedra.




Laguna Blanca:
Descubrimos en Bolivia tantas lagunas preciosas, que no tuvimos tiempo de echar de menos el mar!


Laguna Hedionda:
Otra preciosa laguna llena de flamencos, con un bonito sendero rodeándola hasta llegar a una especie de refugio, donde comimos después de la caminata.







Volcanes:
Durante el recorrido aparecen varios volcanes y algunos viajeros hacen dos días más de viaje para poder subir a alguno de ellos. Me sorprendió la cantidad de leyendas que hay en esta zona sobre sus volcanes y aprovecho para contaros una cortita: Cuenta una leyenda, que el Salar de Uyuni se formó por la leche materna derramada por el volcán Tunupa, cuando le robaron a su bebé recién nacido y que cada año, sus lágrimas inundan este mar de sal en la época de lluvias. 🧙




El Salar al amanecer:
La belleza, el silencio y la paz del amanecer en el salar, no necesita palabras.🤐




Isla Incauhasi:
En medio de la enorme planicie de sal, está la isla Incauhasi; una isla formada por rocas y corales fosilizados, con una antigüedad de millones de años, hogar de cactus gigantes que alcanzan hasta 12 metros. Un lugar muy curioso y digno de ser visitado.







Salar de Uyuni:
También visitamos el pueblo de Colchani y el museo de sal … lugares bonitos por su rareza y su blancura inmaculada.





Cementerio de trenes:
Muy cerca de la ciudad de Uyuni se encuentra su cementerio de trenes…como casi todos los cementerios y las ruinas, un lugar con una estética especial y muy fotografiable.


Ciudad de Uyuni:
La ciudad de Uyuni es bastante fea, pero tiene ese no sé qué que tienen las ciudades de paso.




Y despueś de esta pequeña muestra de fotos de nuestro paso por el salar de Uyuni, solo me queda deciros: que es verdad que en el Salar hace mucho frío y que hay que ir bien abrigados, que casi nunca tienes cobertura, que en nuestro primer alojamiento solo había una ducha y echaba un chorrito de agua de nada…que la electricidad era producida por un generador y se apagaba a las nueve y media de la noche, que en los dormitorios no había calefacción y tenías que aprovechar para calentarte en la estufa de leña de los lugares comunes y luego correr a tu cama de cemento y meterte vestida en un abrigoso saco de dormir con mantas por encima… que la comida no era tan variada, pero estaba bien. También es verdad que quizás gracias a estas condiciones, no tan confortables, este lugar, su fauna y sus paisajes, estén por ahora protegidos del daño que podría provocar en ellos un turismo masivo.
Y la última verdad, la mía…😉 Es que la experiencia de pasar unos días viajando por una especie de «parque de atracciones natural» donde todo es real; ¡hasta el frío! Ha sido una experiencia tan fantástica y tan gratificante que no cambiaría nada…(Bueno, si pudiera le añadiría un cóndor; me hubiera encantado verlo!) 🦅
Ha sido un auténtico placer para los sentidos y ha valido mucho la pena por la inmersión en plena naturaleza, también por las charlas con los conductores durante los largos recorridos (desde aquí un abrazo para Ever🤗), por la sencillez y la amabilidad de las personas de los lugares donde nos hemos alojados y por la súper experiencia que ha supuesto conocer este paraíso situado en el altiplano andino de Bolivia, entre las montañas de la cordillera de los Andes y las regiones de Potosí, Oruro y Cochabamba.
Y como siempre, ya solo me queda daros las gracias por llegar hasta aquí; por leerme o simplemente por venir a echarle un ojo a las fotos … Ya sabéis que aquí siempre sois bienvenidos! 🤗
Un abrazo y nos vemos en el siguiente artículo, que espero que sea más pronto que tarde! 😉 Aunque más vale tarde que nunca! 🤪





Magnífico, Rocío! Un millón de gracias por compartir tan increíbles lugares como este en Bolivia!
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El lugar es realmente increíble …no podía ser tan egoísta y no compartir la experiencia! 😉
Muchas gracias por tu visita al blog y por tu comentario 🙂
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