Solidaridad en la maleta
Varias ONG ofrecen viajes a destinos exóticos en verano para conocer proyectos de cooperación n Las gallegas Rocío Tizón y Noemí Cochón relatan sus experiencias en la India y Bolivia
rodrigo argüelles | a coruña 17.06.2014 | 00:42
Colaborar en la educación de niños que viven en la calle o conocer de primera mano el trabajo de cooperativas que emplean a mujeres en países en vías de desarrollo son algunas de las propuestas que varias ONG ofrecen a través de cursos de cooperación que se desarrollan en los meses de verano y que permiten acercarse, sobre el terreno, al trabajo de sus voluntarios. Las gallegas Rocío Tizón y Noemí Cochón, que viajaron a la India y a Bolivia, respectivamente, animan a todo el mundo a embarcarse en ese tipo de aventuras solidarias. «Conocer otras realidades te ayuda a crecer como persona», subrayan
Cada verano decenas de españoles deciden dejar a un lado el mar y la playa en sus periodos vacacionales para conocer otros países al tiempo que participan en proyectos para ayudar a los más desfavorecidos. Este es el caso de Rocío Tizón y Noemí Cochón, dos gallegas que decidieron embarcarse en una aventura solidaria a través de los programas de formación y voluntariado que varias organizaciones sin ánimo de lucro (ONG) ofrecen durante los meses de verano.
Estos viajes forman parte de cursos de formación y orientación para el desarrollo sostenible, cuyo objetivo es introducir a los participantes en las acciones y las estrategias que sus voluntarios ponen en práctica durante todo el año en países como Marruecos, Nicaragua, Ecuador, Bolivia o la India.
Colaborar en la enseñanza de niños que viven en la calle fue el cometido de Rocío Tizón cuando llegó a la región de Vatsalya, en la India, a través de un proyecto en el que colaboran las organizaciones Semilla para el cambio y Open Eyes. Durante cinco días, esta joven gallega asistió a las clases que recibían los pequeños, y también tuvo la oportunidad de conocer la realidad de otras regiones del país como Delhi, Jaipur, Pushkar o Varanasi.
Noemí Cochón, por su parte, no descarta volver a Bolivia, adonde viajó en 2007 gracias al programa Vacacións solidarias de Solidariedade Internacional de Galicia. En el altiplano boliviano, esta joven gallega pudo conocer, de primera mano, el trabajo de una cooperativa que emplea a mujeres en la fabricación de pendientes y pulseras, cuyos beneficios se destinan al mantenimiento de las acciones de la propia ONG en ese país. No era la primera vez que Noemí colaboraba con esta organización, de ahí que confiase plenamente, desde el primer momento, «en el proyecto». Viajar a Bolivia le sirvió, asegura, para saber cómo ejecuta sus planes de desarrollo sostenible. Más que un ejercicio filantrópico, las ONG ofrecen a los participantes en estos programas la posibilidad de ver cómo trabajan sus voluntarios sobre el terreno al tiempo que descubren nuevos países y culturas.
Rocío y Noemí coinciden en lo gratificante y enriquecedora que ha sido para ellas esa experiencia, afirman que repetirían el viaje «sin pensarlo» y recomiendan este tipo de voluntariado como una forma de escapar de las ataduras superfluas de la vida en los países desarrollados. A Noemí, su viaje a Bolivia le ha servido para, por ejemplo, restar importancia a un «mal día de trabajo en la oficina». Para Rocío, «convivir con gente diferente siempre ayuda a crecer como persona», relata en su blog.