Desde siempre me ha gustado la fotografía; sobre todo la de lugares lejanos y los retratos; los retratos auténticos que se hacen en la calle , no los que se preparan en un estudio fotográfico con todo el atrezo y la pose ideal para que salgamos favorecid@s… Cuando era solo una adolescente, vino el fotógrafo ourensano Santiago Barreiros a dar un curso de fotografía a mi instituto y me quedé prendada de sus reportajes de A Rapa das Bestas de Sabucedo , lo que hizo que me aficionara a los reportajes fotográficos que salían en las revistas… Casi al mismo tiempo, me enamoré de los retratos de Sebastião Salgado cuando asistí a la exposición «Terra» … Creo que ya desde entonces me converti en una adicta a su fotografía, aunque también me cautivó su personalidad, su estilo de vida. Las fotos de Salgado eran reales y transmitían, además de usar su arte para hacer denuncia de las injusticias sociales.
No considero que la fotografía tenga que ser una simple y amable captura de la belleza y menos aún a toda costa; prefiero que sea un reflejo de la realidad; a esas fotos que tratan de buscar la»perfección» con una edicción exagerada, suele faltarles alma.
Desde hace un tiempo contemplo con extrañeza como mucha gente ha confundido la fotografía de viajes con la fotografía de postureo egocéntrico por el mundo; en la que lo importante no es la pirámide que está detrás y que lleva miles de años ahí… lo más importante eres tú; con tu pose de «robado», con tu traje de explorador o tu vestido de vuelo y tu maquillaje perfecto para posar delante de esa pirámide … y esa fotografía que muchos consideran de viajes, se convierte en un catálogo de moda en la que todos parecemos sentirnos modelos y los lugares, solo forman parte del decorado con el que lógicamente debes de ir combinado. Confieso que lo que menos soporto son las de parejas haciéndose carantoñas por el mundo adelante …Esas fotos que se parecen más un reportaje de preboda, que a un reportaje de viajes… ¿Desde cuándo compartir todas esas poses ha dejado de considerarse una ñoñería… y desde cuándo han empezado a considerarse de interés público?
¿Qué interés pueden tener estas fotos para los seguidores de una cuenta de viajes? Si por un momento te paras a leer los comentarios, te encontrarás con cosas como estas: _ ¡Guapos! ¡Estás preciosa! ¿De dónde es tu vestido? Y piensas que esto empieza a parecerse a una reunión de folclóricas… Pero nadie parece fijarse en el lugar y entonces sientes que a nadie le importa si tratas de transmitir lo que has vivido; los colores, los ruidos, el ambiente de las calles, las miradas… Porque si ya las fotos no suelen hacer demasiada justicia; lo cierto es que cada vez son aún más injustas; llenas de efectos exagerados, que hacen que cuando por fin visitas la montaña mágica, te sientas totalmente defraudada; al descubrir que aquellos colores tan vivos, no eran más que el efecto de un filtro… Para qué disfrazar la realidad, cuando la realidad parece superarlo todo?
El otro día me encontré en instagram con la publicidad de un programa de edición con el que podías borrar a la gente, crear una puesta de sol a tu alrededor, cambiar todos los colores… más que fotografía, era como hacer manualidades!
Programas que adelgazan, alargan, que lo cambian todo… y me gustaron los comentarios de la gente que se reía y decía: » Para cuando dejes a tu pareja; lo borras y no se pierde esa foto!»
Editar te convierte casi en un dios que puede hacer desaparecer a la gente, quitar arrugas, plantar palmeras donde no las había y transformar una foto por completo… Solo comentarles a los más jóvenes, que esto no es nada nuevo, que es más viejo que andar a gatas! Recuerdo ver fotos de mis padres con un cutis perfecto y unos peinados impecables ; eran las fotos de estudio que hacía algún fotógrafo para contentar a sus clientes… y me decían: «Bah!! ¡Son retocadas!» Las fotos retocadas era algo ridículo y pasado de moda, que no mostraba la realidad…. porque para entonces, se volvía a llevar la naturalidad !!
Pero como en todo; las moda vuelven… y no somos conscientes de que las fotos son material para el estudio social. El día que alguien trate de estudiarlas en el futuro, se echará unas risas; mirando a la gente que se hace fotos poniendo morritos y esas poses ridículas de alguien caminando de espaldas extendiendo la mano, repetidas hasta la saciedad… Quizás las estudien buscando una explicación lógica; como cuando nosotros miramos láminas egipcias y nos hablan de los perfiles y los tamaños de los que allí aparecen…O puede que se crean que los cielos eran así, y que las aguas en movimiento eran como una bañera llena de espuma… Quizás les lleve a pensar que se trataba de una sociedad que no valoraba ni le gustaba nada de lo que tenía y trataba de disfrazarlo todo, para confundir a los estudios@s del futuro 😉
Haciendo una simple observación de la fotografía desde sus comienzos , es fácil darse cuenta de que los estilos han ido cambiando con el tiempo… En las primeras fotografías, la gente permanecía quieta y muy seria esperando a que saliera el ansiado pajarito… Sigo varias páginas de fotografia antigua y rara vez se intuía una sonrisa, la fotografía era una cosa seria! Luego ha ido cambiando. Primero la gente posando en un estudio; metidos en una barca de mentira o montados en un caballito de madera…y más tarde, las fotos ya más naturales; las que los fotógrafos hacían en la calle o en las romerías, a los grupos familiares o de amigos para luego ofrecérselas a los protagonistas por algo de dinero. Eran fotos bonitas; muchas de ellas grupales; de esas de «los chicos con los chicos y las chicas con las chicas…» Caminando, comiendo, bailando o posando de forma natural… Y ya cuando la gente se pudo permitir tener su propia cámara, empezaron las fotos más cotidianas; reuniones familiares, cumpleaños, excursiones… era bonito guardar un recuerdo de un día importante y además como revelar salía caro, tampoco se podía desperdiciar el carrete en tonterías… Hasta la época actual siguieron muchos años de fotografías sonrientes…
Pero llegaron las cámaras digitales y los teléfonos inteligentes y con ellos la necesidad de fotografiarlo todo; la comida, la ropa, los lugares… De repente todos empezamos a sentirnos fotógrafos y también modelos, y empezamos a hacer esas fotos carentes de creatividad y de naturalidad… Y así seguimos; viendo cada día más cuentas de instagramers que se hacen llamar de viajes y que nos siguen ofreciendo más de lo mismo; las mismas fotos, en los mismos lugares y las mismas poses, pero con gente diferente; sentados en el mismo banco o en el mismo columpio; otra moda ridícula, esa de andar buscando bancos y columpios para hacerse fotos …. Y mientras espero a que esta moda de «novela rosa» pase pronto, descubro a fotógrafos que se pierden por África, por la India o Paquistán… Haciendo unos retratos increíbles de gente que todavía mira a la cámara con normalidad, sin querer aparentar nada más que lo que es y me muero de ganas de volver a perderme por mercados llenos de gente con la cámara al cuello, tratando de inmortalizar y de transmitir algo de lo que allí veo , aunque por desgracia, casi nunca lo consiga.
“No hace falta recurrir a trucos para hacer fotos. No tienes que hacer posar a nadie ante la cámara. Las fotos están ahí, esperando que las hagas. La verdad es la mejor fotografía, la mejor propaganda” Robert Capa
La diferencia entre mirar y observar es abismal, bien lo saben las fotografías crudas.
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Yo creo que incluso hay gente capaz de pasar sin mirar…o mirándose a sí misma, sin ver nada más! Siempre hay gente a la que todo parece resultarle ajeno.
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Excelente publicación. También detesto ese tipo de cuentas “de viajes” de Instagram. Siempre digo que al viajero no le interesa verle la cara a esa pareja en cada foto acaparando el protagonismo. A nosotros nos interesa ver el lugar, el monumento, la isla, el volcán, el desierto, la laguna, la zona arqueológica. Yo poco a poco he ido eliminando ese tipo de cuentas que a mi la verdad no me atraen para nada. En el instagram de mi blog yo apenas salgo y en el personal lo mismo ocurre.
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Yo las encuentro tan vacías y superficiales…pero luego veo que tienen tantos likes y tantos comentarios , que pienso: _A alguien parece interesarle mucho esto! :O Es algo así como cuando ves las estadísticas de cualquier programa de telebasura y te preguntas: _De dónde sale toda esa gente?
Supongo que será un tema social que requiere un estudio a conciencia, pero a mí no deja de sorprenderme este » extraño fenómeno» 😉
Muchas gracias por tu comentario Willie, saludos!
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Muy buena tu entrada.. podrías publicar unos consejos para tomar fotos de viajes? me encanta viajar y encajo mucho en lo que criticas.. saludos 🖖
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Hola Juliana! 🙂
Muchas gracias por tu visita al blog y por tus palabras. Yo solo podría recomendarte lo que me recomendaron a mí:
Hablar con los locales y dejarte asesorar; que sean ellos los que te recomienden lugares no tan turísticos y más auténticos, visitar los mercados, mezclarte con la gente, llevar la cámara siempre a mano pero que no se vea demasiado; que no sea una cámara demasiado ostentosa…y tener mucha paciencia, porque las fotos siempre surgen pero hay que saber esperar porque en cualquier momento todo se cuadra y tienes la foto perfecta que resume todo eso que estás viviendo y que tanto te cuesta expresar con palabras 😉
Saludos!
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Gracias! 🙂
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Buena entrada. Enhorabuena. 😀
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Muchas gracias! Disculpa la tardanza en contestar, estaba de viaje! 🙂
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😉
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Muchas gracias por compartir! 🙂 Saludos
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