
Desde hace un tiempo contemplo con extrañeza como mucha gente ha confundido la fotografía de viajes con la fotografía de postureo egocéntrico por el mundo; en la que lo importante no es la pirámide que está detrás y que lleva miles de años ahí… lo más importante eres tú; con tu «pose de robado», con tu traje de explorador o tu vestido de vuelo y tu maquillaje perfecto para posar delante de esa pirámide … y esa fotografía que muchos consideran de viajes, se convierte en un catálogo de moda en la que todos parecemos sentirnos modelos y los lugares, solo forman parte del decorado con el que lógicamente debes de ir combinado.