Jairo y el elefante de colores 🐘 🎨

Hace ya mucho tiempo, antes de que Jairo naciera, su madre que se llama Bárbara, viajó a Jaipur; una ciudad de India conocida como la ciudad rosa porque allí todas las casas son de color rosa…Jaipur es una ciudad ruidosa pero muy bonita donde las vacas,los perros, los monos y los elefantes pasean por la calle tan contentos… Pero también es bastante peligrosa, porque hay mucho tráfico y por eso para cruzar la calle, tienes que mirar un montón de veces a cada lado, aunque lo mejor y más aconsejable es hacerte amigo de alguien que sea de allí y que sepa como hacerlo y así podéis cruzar más seguros de la mano. Si vais a Jaipur, no os soltéis de la mano! 😉

Un día cuando Bárbara le estaba contando a Jairo las divertidas aventuras de sus viajes, le enseño una foto de Jaipur en la que iba montada sobre un elefante pintado de colores…Todos sabemos que los elefantes son bonitos pero aquel le pareció el más bonito del mundo!

Bárbara le contó que mientras subía al fuerte de Jaipur sobre aquel precioso animalito con la cara pintada de colores, el elefante acercó la trompa a su oreja y le contó un secreto que casi nadie sabe…

Le contó que se llamaba Pinki y que había nacido en la selva , donde le habían secuestrado para llevarle a la ciudad, en la que trabajaba paseando a los turistas y lo cierto es que Pinki ya no podía más…porque aunque muchos no lo saben; los elefantes y aún más los pequeños, tienen una columna muy débil y su espalda no está preparada para llevar personas encima.

Bárbara le pidió perdón porque no sabía nada y se sintió muy triste por haberle hecho daño sin querer.

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Entonces Jairo empezó a preguntarse que habría sido de Pinki…¿Seguiría subiendo a la gente al fuerte de Jaipur? ¿ O quizás se habría muerto después de la pandemia del covid? 🙆🏾

Como Jairo estudiaba inglés y ya sabía bastantes palabras como para comunicarse, empezó a escribirle a los niños de un colegio de Jaipur para mejorar el idioma, conocer a otros niños y sobre todo para preguntar si alguien sabía algo de Pinki y los demás elefantes de colores que subían a la gente al fuerte.

Pronto tuvo una respuesta de Prayana y Sunil; dos niños de Jaipur que eran hermanos y que se interesaron mucho por Pinki y los demás elefantes de colores… Preguntaron a su familia si sabían algo de ellos y les contaron que con la pandemia y al no haber turistas, ya nadie los necesitaba y se habían convertido en una carga; porque un elefante necesita comer mucho y su comida diaria cuesta casi 20 euros! Los dueños de los elefantes no tenían tanto dinero, porque al no haber viajeros, nadie quería subir al fuerte y no les pagaban…así que los pobres elefantes vivían en condiciones terribles; encerrados en unos establos de los que casi no salían y comiendo muy poco…

Cuando Prayana y Sunil supieron que los elefantes estaban en tan mala situación decidieron ir a visitarlos todos los días al salir del colegio y los llevaban de paseo a un campo cercano para que pastaran la poca hierba que había y además los ayudaban a bañarse en el río…pero veían que aquello no era suficiente, si no hacían algo por aquellos animalitos, terminarían muriendo de hambre.

Entonces fue cuando Jairo tuvo una idea; había que liberar a los elefantes y devolverlos a la selva, solo allí podrían sobrevivir y volverían a ser felices y así fue como le pidió ayuda a su madre para abrir una cuenta en internet y pedirle a la gente que ayudara a Pinki y a sus amigos a volver a la Selva…Prayana y Sunil le mandaban fotos todos los días y Jairo las colgaba en internet para que todos vieran lo mal que lo estaban pasando aquellos pobres elefantitos y la gente empezó a dejar donativos para ayudarlos…

Cuando tuvieron suficiente dinero para pagarle a sus dueños y dejarlos libres, Jairo viajó a Jaipur….era la primera vez que viajaba tan lejos él solo y estaba muy nervioso, pero no tenía miedo porque sabía que sus amigos le estarían esperando y que sería muy fácil cruzar las calles de India si iba de su mano…

El día que Jairo llegó a India, era el festival de Holi, una fiesta que hacen en India para celebrar el comienzo de la primavera… La gente se viste de blanco y luego se tiran pintura de colores unos a otros; fue muy divertido y Jairo y sus nuevos amigos de India se lo pasaron genial!

Al día siguiente se celebraba en Jaipur el famoso Festival de los Elefantes; en el que los elefantes desfilan adornados con joyas, collares hechos con flores y telas de colores con cristalitos y brillantes… Aquel desfile iba a ser el desfile más especial que habían hecho nunca; aquellos elefantes de colores iban a desfilar por última vez por la ciudad y lo harían en dirección a la selva; donde los niños se despedirían de ellos... Pinki estaba más nervioso por volver a casa que Jairo por viajar a India él solo…

Prayana, Sunil, Jairo y los otros niños prepararon a los elefantes para el desfile; los pintaron con las mismas pinturas de colores con la que habían jugado el día anterior y luego los acompañaron al desfile… Estaban preciosos y desfilaban más contentos que nunca; con la trompa levantada y haciendo aletear sus enormes orejas que casi parecía que quisieran volar…

Cuando el desfile terminó fueron con ellos hasta el camino que llevaba a la selva y ahí les dijeron adiós; desde lejos vieron como sus familiares venían a buscarlos y se daban abrazos como solo los elefantes saben hacerlo; enroscándose la trompa … Pinki se giró hacia los niños; dió un barrito, que es el idioma que hablan los elefantes, y luego les guiñó un ojo! Se metió en el río y se alegró al ver que sus colores empezaban a irse con el agua y volvía a ser de nuevo un elefante libre 🙂

Cuando Jairo volvía para casa, después de despedirse de sus amigos, le pareció ver a Pinki jugando en la selva desde la ventanilla del avión y lo saludó con la mano desde las alturas. No estaba seguro de que Pinki lo hubiera visto pero estaba muy contento de tener un amigo elefante; símbolo de la belleza, la inteligencia, la paz y la buena suerte. Y además ahora regresaba a casa satisfecho porque sabía que su amigo por fín podía vivir libre y ser feliz en la selva.