
Mi llegada a Florencia, conocida como la ciudad maravillosa, fue súper tranquila. Hay algo en esto de viajar sola que te hace ser más consciente de lo que sucede a tu alrededor, andar más atenta a lo que haces y fijarte en cada detalle… Había visto en internet que la forma más barata de viajar a la ciudad desde el aeropuerto , era en tranvía y después de comerme un helado Häagen-Dazs de cerezas en el aeropuerto de Madrid que me había costado 8 euros, pensé que era hora de compensar mi economía y me fui en busca del tranvía.
