
El primer día de clase me levanté temprano, me duché y salí antes de las ocho de la mañana de casa; primero porque no sabía dónde estaba exactamente la escuela , segundo porque no tenía nada para desayunar en casa y en tercer lugar porque mi primer día me esperaba un examen de nivel y me habían convocado para las 08:30 am.
Y así fue mi semana en Florencia; dedicada al arte, al estudio y a la gastronomía… Probando no sé ni cuántos sabores de helados diferentes y caminando unos 20,000 pasos diarios.

