Viajar y estudiar bajo el sol de la Toscana…

Querid@s amig@s y lector@s, si es que aún queda algun@ por ahí después de mi larga ausencia… 🫣

Cada vez que desaparezco pienso que lo más correcto sería disculparme, pero lo cierto es que serían demasiadas disculpas… A veces tengo la sensación de que mi vida es como una montaña rusa; pasando de todo a nada en cuestión de segundos… E igual que las bajadas suelen ser en picadas, el subidón trae una fuerte carga de adrenalina! Tambień es cierto que muchas cosas pasan porque se buscan, eso tampoco os lo voy a negar… 😉

Y este verano no iba a ser diferente; en mi imparable búsqueda de nuevas sensaciones y de vivir nuevas experiencias… He querido aprovechar parte de mis vacaciones para hacer un curso de idiomas mientras viajaba … No es la primera vez, ya hace muchos años que hice mi primer curso de idiomas en Londres, allá por la Prehistoria…je je

Quería comprobar por mí misma cómo son ahora los cursos de idiomas ; que tipo de gente se apunta, que tal ambiente hay… Además si al placer de viajar le sumamos el de aprender! Puede salirte un viaje redondo! 😃

Ya os adelanto que me alegró muchísimo descubrir que no era la más vieja de clase, que hay mucha gente de hasta 70 años o más, haciendo cursos de idiomas en verano… Y de todas las nacionalidades! Aunque en ninguna de las dos escuelas por las que pasé me encontré con estudiantes españoles.
Finalmente la experiencia ha sido tan buena, que ya estoy deseando repetir!

Pero aunque ahora solo me acuerde de lo bueno, en un principio no todo fue tan bien… Como nadie dijo nunca que la vida sea un camino de rosas; cuando el primer viaje se estaba acercando, la cosa empezó a complicarse …

Junio fue un mes de mucho trabajo y bastante estrés… Con un montón de visitas al dentista, en mi lucha contra el bruxismo y con una llamada del servicio de salud en la que me comunicaban que una prueba rutinaria había salido mal y me requerían para hacer nuevas pruebas médicas, un poco desagradables, para descartar una posible enfermedad… Como no me daban fecha exacta para la cita, contacté con la consellería de Sanidad para preguntar cuánto tardarían en llamarme ; desde primavera me había dedicado a diseñar «mi plan de verano perfecto» y ahora veía como todo podía irse al traste en cuestión de días… Me preocupaba que me hicieran las pruebas a tiempo porque no quería perder los vuelos, ni el curso, pero por supuesto me preocupaba mucho más estar enferma y tener que iniciar un tratamiento… Por aquellos días también Pedro Sánchez convocó elecciones por sorpresa… y ante tanta novedad, empecé a perder el equilibrio y a verlo todo negro.

Pero por suerte, la sangre no llegó al río… Primero, la persona súper amable de la consellería de salud con la que hablé por teléfono entendió mi agobio e hizo una anotación para que me llamaran antes de mi primer viaje, decía que para que pudiera viajar tranquila , anotaría que fijaran la cita preferentemente para al menos dos días antes de mi vuelo… Y así fue; me dieron cita para cuatro días antes de salir para Italia. A pesar de llevar 48 horas de ayuno, al conocer los resultados, me sentí llena de energía y con más ganas de que empezara la aventura… Viendo que las cosas iban encajando, no podía más que sentirme agradecida con el universo! (Esta frase es muy de chiflada; el tipo de cosas que se aprende cuando tu hermana tiene la extraña idea de regalarte una agenda de Louise L. Hay porque piensa que estás como una cabra! jajaja) Y así de feliz y contenta empezaba mi verano 2023! Ahora sí, dispuesta a disfrutar! 😉

Primero cumpliría un plan que venía arrastrando desde el 2020; hacer un curso de italiano en Italia… Hace años estudié italiano en la escuela de idiomas y en cuarto y debido a la escasez de alumnado, eliminaron mi grupo y nos juntaron a todos en un único grupo, pero tuve que dejarlo porque no me venía bien el nuevo horario.

La idea era retomar aquel plan que la pandemia había tirado por los suelos y hacer un curso de un par de semanas en Bolonia, pero por suerte mi plan de Bolonia fracasó por un desacuerdo con la escuela… Y como todas las cosas pasan por algo, frase también de libro de autoayuda 😉 Me surgió un plan muchísimo mejor: Hacer Il giro Italia; un plan súper recomendable en el que puedes estudiar mientras viajas por Italia… Primero te hacen una prueba de nivel para meterte en un grupo y luego tienes que escoger entre las ciudades donde la escuela tiene sedes; en donde estudiarás y te alojarás como mínimo una semana en cada una… Todos los centros educativos son Escuelas Leonardo da Vinci o están adheridas al proyecto. Me gustó tanto el concepto; me pareció tan buena idea, que tuve la sensación de que este tipo de curso había sido diseñado para mí.

Si pudiera cogerme un año libre o al menos unos meses me recorrería Italia de esta manera; como ha hecho Maca; una chilena que conocí en Viareggio y que lleva 9 meses haciendo el giro desde Milán a Viareggio pasando por Roma, Florencia o Turín… Por cierto que Maca es de esa gente súper agradable que da gusto encontrarse mientras se viaja y a la que le deseo toda la suerte del mundo.

Después de pensarlo un poco, decidí centrarme un una única zona y hacer el giro por la Toscana, ya que sólo disponía de dos semanas. Elegí Florencia, la capital de la Toscana, para la primera semana, la segunda residiría en Viareggio una ciudad pequeña y costera de la que ni siquiera había oído hablar antes, pero que está cerca de todos los lugares que quería visitar; Lucca, Pisa, La Spezia y la Cinqueterre … Aunque suelo tardar en decidirme; esta vez fui súper rápida porque la escuela me envió un cupón del 10% de descuento para celebrar el día de la Dona y caducaba el 8 de Marzo, día de la Dona. A veces tienen que pasar cosas así para que me dé prisa; no lo pensé más e hice la matrícula.

Con lo que me gusta organizar viajes… y tengo que decir que en este caso sólo tenía los vuelos y el curso, eso era todo! La escuela se encargaría de buscarme un alojamiento cercano al centro y me lo comunicaría una semana antes. El resto sería todo improvisado… Ni siquiera repasé para el examen de nivel! ja ja Esa sensación de incertidumbre, me encanta! 😄

Tenía claro que trataría de sacarle todo el partido a mi estancia en Florencia; dedicaría mi tiempo libre a ver arte y trataría de comprobar si eso del Síndrome de Stendhal existe… La segunda parte del viaje iría algún día a la playa e intentaría visitar Pisa y las ciudades de la Cinqueterre…

Florencia me encantó y Viareggio fue mucho mejor de lo que esperaba; la experiencia superó todas mis expectativas. (Por cierto, creo que es la primera vez que viajo a un lugar donde no me encuentro ni con un solo español… Una vez oí hablar español en una obra y resultaron ser peruanos… Sobre todo en Florencia, hay peruanos por todos lados y en los más diversos oficios, pero en Viareggio no se ven hispanoamericanos)

De mi segundo plan para este verano os hablaré próximamente; os adelanto que desde que volví a España hasta que volé a Costa Rica, mi segundo plan viajero del verano, pasaron cuatro días; lo justo para poner una lavadora y poco más… De Costa Rica también hay mucho que contar! Pero por algún lado tenía que empezar! 😉

Hoy inicio el relato de mi viaje por la Toscana; además de daros recomendaciones, os hablaré de mis experiencias, itinerario, el presupuesto para dos semanas en Italia viajando en tren por la Toscana y también algún consejo para elegir cursos si estáis interesad@s en estudiar en Italia… Espero que mi experiencia os ayude a organizar vuestro viaje por la Toscana o al menos os haga pasar un rato entretenido!

Desde hoy empezaré a compartir al menos un artículo por semana; necesito escribir rápido para que no se me olvide nada! 😅

Un abrazo! Y si os apetece, o no tenéis nada mejor que hacer, nos vemos el viernes en el mismo sitio! 🙂