La forma en que llegamos a una ciudad importa, es cierto que la primera impresión cuenta… Recuerdo casi todas las llegadas de mis viajes; algunas triunfales; como cuando llegué a Philadelfia y una extraña pareja de la ONG con la que ibamos a colaborar vino a buscarnos al aeropuerto; él un hombre negro y sonriente más cargado de oro que un rapero y conduciendo un descapotable blanco, ella , una señora con el pelo blanco y de aspecto adorable que repartía abrazos … Y así entramos en la ciudad; en descapotable y atravesando el puente Benjamin Franklin a toda velocidad; yo con la melena al viento y aquel ruido ensordecedor que no me dejaba oír lo que me decían mis acompañantes… Entonces nos pasaron un álbum de fotos de boda de la hija del conductor; unas fotos muy de boda americana ; parecía la familia de Bill Cosby, todos súper elegantes…y tanto Thomas, el chico alemán que había conocido en el aeropuerto, como yo, estábamos un poco asombrados con todo aquello… Llevar un álbum de boda en un coche es algo raro, pero a nosotros nos tuvieron entretenidos 😁
Otra llegada digna de recordar por calurosa y agobiante, fue nuestra llegada a la estación de Benarés. Después del cansancio de viajar en un tren nocturno durante un montón de horas y de compartir vagón con un gurú que había montado un templo entre las literas, nos encontramos en una estación abarrotada de gente y rodeadas de tuk tuks, rickshaws y porteadores que nos atosigaban para llevarnos los equipajes.
Mi llegada a Florencia, conocida como la ciudad maravillosa, fue mucho más tranquila. Hay algo en esto de viajar sola que te hacer ser más consciente de lo que sucede a tu alrededor, andar más atenta a lo que haces y fijarte en cada detalle… Había visto en internet que la forma más barata de llegar a la ciudad desde el aeropuerto era en tranvía y después de comerme un mini helado Häagen–Dazs de cerezas en el aeropuerto de Madrid que me había costado 8 euros, pensé que era hora de compensar mi economía y me fui en busca del tranvía 😉
Creo que Florencia es el lugar del mundo en el que menos he gastado en el desplazamiento del aeropuerto a la ciudad… Y además de barato, es cómodo y hace muy pocas paradas.
Justo al salir del aeropuerto te encuentras con la parada del tranvía y con una máquina sencilla donde por 1,50 € consigues tu billete; que puedes pagar con tarjeta o en efectivo. Subes, te sientas y no te bajas hasta la última parada justo al lado de la Estación de Tren y de la iglesia de Santa Maria Novella, que con una preciosa fachada hecha de mármol, es una de las principales representantes de la arquitectura renacentista… Ahí, al bajarme del tranvía y mientras contemplaba la fachada de la basílica, aún dudé en coger un taxi, pero ví por google maps que era más sencillo ir caminando, en taxi me darían un vuelta…así que después de enviar un whatsapp a mi casero para decirle que había llegado y ya con la dirección en google maps caminé en línea recta hacia donde todos los pasajeros parecían dirigirse; por aceras de piedra y con el ruido de las ruedas de maletas de fondo…
Después de unos 500 metros caminando todo recto desde la estación, te encuentras de frente con il Duomo. No sé si fue porque todavía no me lo esperaba pero cuando levanté la cabeza me quedé boquiabierta; creo que aún más que cuando caminaba por el Siq o desfiladero ( en Jordania) y como por arte de magia aparece el tesoro de Petra… ¡Quizás por el efecto sorpresa! Porque aquí aún no me lo esperaba… Había visto la dirección en google maps y como sabía que eran unos 500 metros en línea recta, me había guardado el móvil…pero justo en ese momento sonó un whatsapp de mi padre, siempre tan oportuno; que me escribía para preguntarme por dónde andaba… así que me paré, le hice una foto y se la envié. 👇
_»Ah! Ya estás en el Duomo?»
¡Qué bien que me lo ratificó! porque yo aún tenía mis dudas… El duomo es imponente e impresionante; sorprende su tamaño para estar situado en una plaza no tan amplia y sobre todo sorprende su llamativo colorido; hecho con mármol rojo de Siena, mármol blanco de Carrara y verde de Prato.
Tuve que seguir mi camino entre las terrazas abarrotadas de turistas y las filas de artistas que se agolpan en los flancos de la catedral para pintar y exponer sus obras de arte, tratando de vender algo…
Empezaba a anochecer y yo seguía caminando por calles estrechas con el suelo de piedras irregulares en dirección a Santa Croce, que era la referencia que tenía para encontrar la casa donde iba a alojarme durante esa semana…Mientras caminaba por aquellas calles, imaginaba como habría sido vivir en aquella ciudad en el renacimiento… ¡Qué maravilla debió de ser el Renacimiento! Un periodo de tantos logros, de tanta positividad, tanto descubrimiento y tanta creatividad…Y qué buena forma de invertir su dinero encontraron los Medici!
Y así llegué a la plaza e iglesia de Santa Croce; famosa entre otras cosas porque fue ahí donde surgió el conocido como síndrome de stendhal en honor a Henri Beyle , escritor francés que durante su visita confesó haber sufrido vértigo, confusión, palpitaciones… provocados por la contemplación de la belleza del arte… después de contemplar los increíbles frescos del Giotto y de admirar el mayor templo franciscano del mundo; donde reposan los restos de Miguel Angel, Maquiavelo y Galileo… Stendhal, persona altamente sensible, confesaba que había sentido la muerte muy cerca.
Me paré a mirar la fachada y la estatua de Dante Alighieri y luego me adentré en una calle perpendicular a la plaza donde todas las casas eran iguales y con ventanas con las contras verdes , buscando el número de la mía…el 18!
De repente alguien se asomó por una ventana y me llamó _»¡Alba!» (Sí,era mi casero! y sí tengo dos nombres y ese es el primero) 😉
_ Sí, Javier! Sonno io! 😃
_Benvenuta a Firenze!
_ Grazie!
Javier bajó rapidamente; me ayudo a subir la maleta, me entregó las llaves y me enseñó el apartamento en una décima de segundo… luego mientras se despedía, me advirtió de los «zanzares» (mosquitos) y me dijo que si tenía cualquier problema , no dudara en llamarlo… Era tarde y quería marcharse.
Ahora sí que se podía decir que había llegado oficialmente a Florencia…
De todas las cosas que pueden verse y hacerse en Florencia, así como de mi espectacular escuela en Florencia, hablaremos en el pŕoximo artículo. Muchas gracias por llegar hasta aquí y como siempre; nos leemos el Viernes !! 😉
Un Plan Infinito 